Por Alejandro Maidana

La realidad de nuestro país se moviliza de manera cíclica, para no dejar jamás de golpear con el látigo de la desidia a los sectores más vulnerables. Contemplamos azorados pero a la vez impávidos, como generaciones futuras se abrazan a un presente mezquino, que como el más ruin de los hampones, se encarga de afanarles la proyección de sus sueños.

Este sistema funciona como una sala de partos, en la cual nacen solo gemelas vinculadas por un sentimiento miserable, la exclusión y la criminalización. Tanto al estado como a los muchos actores sociales, les encanta referenciar desde su verba a ese sector que dicen debemos proteger y amparar. Hablan de los futuros hacedores de un país vigoroso e inclusivo, gambeteando la realidad oscura y dolorosa por la cual transitan nuestros barrios, nuestros pibes.

La mirada cortoclasista encuentra un socio ideal en ese corazón que suele mirar a su ombligo, para evitar la fatiga de contemplar la ruina de proyectos que yace en las periferias. Marginalidad, inaccesibilidad laboral, generan un terreno fértil para el sembradío de un flagelo que suele actuar como refugio ante el olvido, la droga.

En un contexto que parece inalterable, diferentes organizaciones sociales le dan la pelea a un monstruo que parece ser invulnerable. Causa es una de ellas, creada hace 14 años en la populosa Villa Banana brindando apoyo escolar para niñas y niños. Pero claro, la demanda no cesa y la necesidad de brindar una mano horizontal tampoco, hoy Empalme Graneros también goza de este oasis tan necesario.

Casa Puentes abrió sus puertas en un barrio que sirve de punto estratégico para atender a la pibada de los puntos antes mencionados, y ese es Luis Agote. Para conocer en profundidad la médula del trabajo que se realizará en Constitución 223, Conclusión dialogó con la psicóloga Julieta Santa Cruz, que consultada sobre el espacio dijo: “La idea de esta casa es poder tratar y prevenir el consumo problemático, elegimos este punto neutro para que ambos barrios en donde trabajamos gocen de una óptima accesibilidad”.

Tablada y Barrio Toba también conocen del trabajo territorial de esta Organización Popular. La niñez y la juventud han sido siempre un punto de compromiso notable para el abordaje de las ramificaciones que ostentan las mismas.

“Con los jóvenes venimos trabajando hace muchos años, hoy estamos llevando adelante tres nuevas oportunidades que es un programa de la provincia. Por ejemplo en Empalme funciona como albañilería, y en Banana como carpintería y fútbol”, agregaba la militante social.

La propuesta de Casa Puentes tiene su anclaje en una propuesta del Movimiento Popular la Dignidad. Sobre esta unión solidaria para tratar adicciones la psicóloga sostuvo: “Junto a ellos venimos trabajando y consolidando la relación de fuerzas hace varios años. Este dispositivo financiado y acordado con el Sedronar, funciona a modo de un centro de día. Es decir que se abre a las 10 de la mañana desayuno mediante con las pibas y pibes, coordinando la limpieza y compartiendo charlas amenas para esperar otro momento importante como será el almuerzo”.

El poder compartir ese instante en donde la charla brindará la oportunidad de conocer los vacios existenciales por los cuales atraviesan los jóvenes, representará sin dudas la hoja de ruta a seguir. Otro de los puntos fundamentales serán los talleres, y estos se brindarán por la tarde: “En la casa van a funcionar talleres de radio, arte y música. En un principio serán tres días a la semana, teniendo en cuenta que se cierra el año y muchos de los chicos estarán abocados a disfrutar de la pileta. Cabe destacar que para el año entrante tenemos pensado sumar el Caeba, que es un centro de alfabetización. Tenemos la meta que nuestros pibes puedan terminar sus estudios primarios acá, en el marco de confianza que le genera este espacio”, indicaba Santa Cruz.

La idea es poder construir un diagnostico y un abordaje integral, educación, salud y trabajo serán los tres pilares en los cuales se buscará edificar la transformación.

“Para nosotros es un gran desafío, era una cuenta pendiente porque siempre sentimos que es insuficiente, que no alcanza lo que hacemos en relación al trabajo sistemático que hace este orden social para excluir, para arrasar con la vida de los pibes”, comentaba Guillermo Campana, abogado, y militante de la Organización Popular.

“De hecho en la última semana tuvimos a un pibe apuñalado que salvó su vida de milagro, y hace unos días mataron a otro. Ambos participaron en uno de nuestros proyectos vinculados al fútbol, es por esto que sentimos que no alcanza, por esta violencia que arrasa con sus vidas. Entendemos que debemos seguir construyendo ámbitos para amplificar el trabajo, ya que consideramos que tienen el pleno derecho de poder disfrutar de su vida”, concluyó.

Red Puentes se inscribe en un proyecto político colectivo que trasciende a quienes activan en el mismo. La necesidad es crear un orden social más justo, más igualitario, en donde las pibas y los pibes sean los privilegiados, y no enemigos públicos.