Si tu perro o gato pasa gran parte del tiempo en un patio o en el jardín, deberías evaluar la posibilidad de permitirle dormir adentro, al menos durante las noches en la que la sensación térmica desciende por debajo de los 0° (aproximadamente los meses de junio, julio y agosto).

Por más que estén recubiertos de pelo, ellos también sufren el cambio de estación, así que una buena idea es preparar un área de la casa en la que puedan estar calentitos y al resguardado de las tormentas invernales.

Si por su tamaño o conducta no pueden dormir adentro durante las noches más heladas, procurá darles un refugio seco, abrigado y protegido de la lluvia y el viento.

Alimento

En invierno los animales gastan más energía, ya que mantener la temperatura corporal requiere más calorías. Es por esto que durante este período las mascotas que viven en patios y jardines deben comer un poco más. No olvidar el agua limpia y fresca siempre, ya que es vital para mantenerlas hidratadas.

Cuidados

¿Cuán seguido bañarlos? Los expertos recomiendan limitar los baños de las mascotas al mínimo posible durante el invierno. Bañarlos demasiado puede remover los aceites esenciales de su piel, secándola y debilitándola. Si una ducha es imprescindible, se le puede pedir al veterinario que recomiende un champú para baño en seco hidratante.

Y es mejor no cortarles el pelo durante el invierno, ya que cuanto más largo esté, más abrigo le brindará. Si se trata de un canino de una raza de pelo demasiado larga, simplemente se lo debe recortar para evitar que cuando sale y se moja permanezca mucho tiempo con humedad, ya que esto eleva el riesgo de enfermarse.

Y otra de las cuestiones a tener en cuenta es que en invierno tu mascota será más propensa a que las articulaciones le duelan y duerma más tiempo. Podés darles suplemento para las articulaciones y omega. Siempre consultá con tu veterinario.