El primer estudio de prevalencia realizado en el país confirma que la rinitis alérgica es sufrida por más de 5,5 millones de habitantes de entre 5 y 44 años, pero uno de cada tres no lo sabe.

Para el trabajo se hicieron 3.200 encuestas telefónicas en todo el territorio nacional y se determinó que un 20,5% de la población estudiada tiene rinitis alérgica, aunque no todos los participantes conocían su condición.

Argentina es el segundo país de la región con más casos después de Uruguay. Y en cuanto a las edades de los afectados, las que más padecen la enfermedad son las mujeres de 20 a 44 años con un 25 por ciento de las consultadas. En cuanto a los niño, los menores de 12 años registran un 22,7% (varones) y 19,4% (mujeres).

Las causas del preocupante subdiagnóstico son múltiples: personas que no consultan o que sí lo hacen pero no son correctamente evaluadas, entre otras.

Los síntomas de la enfermedad son estornudos, obstrucción y goteo nasal (moco acuoso), picazón de nariz (también de oído y paladar), que se producen como una reacción alérgica a diferentes agentes y que puede ser los mismos síntomas que los de un resfrío viral o congestión. L

a diferencia está en que el resfrío viral dura entre 7 y 10 días, suele presentarse con moco de otro color (amarillo/verdoso) y suele tener manifestaciones que van más allá de la nariz, como el cansancio, la fiebre. Mientras que el resfrío alérgico es más bien crónico (dura 3 o 4 semanas al año) y puede tener estacionalidad

El desencadenante en la mayoría de los casos son los ácaros del polvo, seguidos por los hongos aerógenos (humedad) y el epitelio de mascotas (perros y gatos, principalmente), según arrojó el estudio. El polen y la contaminación ambiental también son potentes alergenos.

En la rinitis alérgica existe una predisposición genética. En el mundo, 600 millones de personas viven con esta enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa nasal que frecuentemente se presenta asociada a otras patologías como sinusitis, otitis media y asma. La prevalencia está aumentando a causa del cambio climático y cuestiones relacionadas con el estilo de vida, como más aires acondicionados, más alfombras o ambientes menos ventilados.