Los fósiles de una familia de gliptodontes de 600.000 años de antigüedad y en excelente estado de conservación, fueron descubiertos a unos cinco kilómetros al este de la ciudad de San Pedro, en el norte de la provincia de Buenos Aires.

El hallazgo fue realizado por un equipo del Grupo Conservacionista de Fósiles del Museo Paleontológico de esa localidad, en forma circunstancial, «luego de que una pala retroexcavadora rozara a uno de los fósiles a unos nueve metros de profundidad mientras realizaba trabajos en una tosquera» expresó un comunicado del Museo.

Los investigadores determinaron que los tres gliptodontes «murieron en la edad Ensenadense, durante el Pleistoceno medio, hace unos 600.000 años».

José Luis Aguilar, director del Museo, dijo que «las posiciones en las que estaban los tres armadillos gigantes, la disposición de los huesos de cada gliptodonte y las características del sedimento que los rodeaba, permitieron reconstruir una escena ocurrida en un lejano día de la prehistoria bonaerense».

Aguilar refirió que «el primero de los gliptodones que se descubrió sólo conservaba ciertas partes de su esqueleto interno. Como si hubiera sido “vaciado”. El otro adulto estaba en la misma posición pero aún conservaba muchas piezas internas». El segundo ejemplar» es la estrella que desvela a los paleontólogos que van a estudiar en profundidad estos materiales hallados en San Pedro».

«Se trata de un juvenil. Un adolescente, en términos humanos. Un ejemplar que aún estaba en desarrollo al momento de su muerte. Los científicos esperan sacar de él mucha información hasta hoy desconocida y aprender detalles novedosos de estos grandes mamíferos durante su crecimiento», destacó Aguilar.

En este punto, el funcionario remarcó que el joven armadillo gigante «está completo en un 99 por ciento y todos sus huesos están articulados entre sí. Los carnívoros no lograron depredarlo y quedó fosilizado en el barro del pantano, inclinado hacia su izquierda en ángulo de cuarenta y cinco grados».

Alfredo Zurita, investigador del Laboratorio de Paleontología de Vertebrados del CECOAL-CONICET-UNNE (Centro de Ecología Aplicada del Litoral-Corrientes) opinó: “El hallazgo de estos tres ejemplares abre nuevas perspectivas para el estudio de estos interesantes animales fósiles».

Los gliptodontes constituyen un linaje de grandes herbívoros acorazados con una historia evolutiva sumamente extensa en Sudamérica, de más de 35 millones de años, hasta su extinción hace unos diez mil años.

Sin embargo, es muy poco lo que se conoce sobre aspectos tales como su desarrollo ontogenético (cambios físicos durante el crecimiento) y posibles casos de dimorfismo sexual (diferencias ente machos y hembras), entre otras cosas.

«El hecho de que entre estos gliptodontes haya un individuo juvenil en excepcional estado de preservación permitirá estudiar, por primera vez, cuestiones clave en estos animales tales como las variaciones morfológicas ocurridas durante el desarrollo y posibles diferencias entre los machos y las hembras», destacó Aguilar.