Por Marcelo Chibotta, desde Santiago de Chile

La mañana en la capital chilena no pudo ofrecerse mejor, el sol templado y el aire fresco se combinaban en el Parque O’higgins de la ciudad de Santiago de Chile, como si un designio divino así lo hubiera determinado.

Cientos de miles de feligreses arribaron al lugar para asistir a la misa que Francisco iba a dar desde las 10.30 y lo hicieron sin las ansias y sin los apuros que suscitan las grandes capitales en la población.

La asistencia de argentinos fue significativa, aunque además de la mayoría constituida por chilenos, se dejaron ver muchos venezolanos, algunos brasileños, peruanos y centroamericanos que esperaban escuchar las palabras del Sumo Pontífice.

En ese contexto, Conclusión les consultó a chilenos y argentinos arribados al lugar acerca de cuánto de pastoral y cuánto de político tenía la visita de Francisco al país trasandino, entre otros temas.

En tal sentido, las correntinas Carla y Diana contaron que estaban de vacaciones y que habían sacado los pasajes «sin saber que venía el Papa».

«Por lo que escuchamos, la visita del papa Francisco a Chile es algo estratégico, tiene algo de político y algo de pastoral también, las dos cosas», señalaron.

Enseguida agregaron: «Escuchamos que dijo que no era el momento para ir a nuestro país y no sabemos la causa, es una lástima porque estamos cerca. Hoy el Papa ya no es más argentino, es de todos y entendemos que debe tener una agenda, pero que en su momento lo vamos a recibir».

En tanto, otra correntina, Gimena de Goya, vino a ver directamente al papa Francisco: «Quiero considerar que es mucho más pastoral que político. Veo que en Argentina estamos más cercanos a la Iglesia Católica y vino a Chile porque lo necesitan más. Quiero pensar o creer que los argentinos no lo necesitamos, que estamos con él y que él nos apoya de lejos. No quiero pensar que no fue por la parte política».

Por su parte, Fernando de Hurlingam, indicó: «Vinimos concretamente a ver al Papa. Creo que el pueblo chileno lo está necesitando políticamente. Cuando llegué a este lugar, vi la necesidad de paz que Francisco quiere traer con su presencia».

Seguidamente expuso su deseo: «Que haya luz en este pueblo que lo está necesitando, porque creo que un poco es por lo pastoral y también por lo político».

Además, opinó que «el pueblo argentino tiene que crecer un poco en humildad y aceptar y valorar que Bergoglio haya sido elegido Papa. Después de tantos años en los que el pueblo argentino haya tenido un gobierno que se negó estar en las misas que tendría que haber asistido, no estamos en posición de exigirle que venga como si fuéramos un nene caprichoso y tenemos que rezar para que cuando Dios lo decida, vamos a ser bendecidos con su visita».

A su turno, Claudio de Olivos consideró que «viene más desde el punto de vista pastoral a transmitir un mensaje de solidaridad y de diálogo que termina siendo político, porque si no hay diálogo, no hay política que pueda subsistir y desde ese punto de vista es político también».

Asimismo, manifestó que «es muy difícil de adivinar por qué no pasa por nuestro país; acá tengo una bandera que dice que cuando pueda pase por casa, me duele en el alma que no lo haya hecho».

Más adelante, Claudio indicó: «Dicen que es política la razón por la cual no visita Argentina, pero estuvo dos años durante el gobierno de Cristina y no vino, y otros dos en los que estuvo Macri y tampoco lo hizo, honestamente sé que nos ama pero no sé por que no viene».

María del Carmen también correntina, le dijo a este medio que estaba de vacaciones y «de paso» asistió a ver al Papa.

Después de la consulta, dio su parecer: «Creo que es más pastoral que política, me reclino más para ese lado. Es un dilema para solucionar en Latinoamérica, porque nuestra cercanía con él hace que caería mal que primero pase por Argentina».

Así, concluyó que su visita al pueblo Mapuche «responde a que es un gran mediador y por eso le trata de buscar una alternativa de solución pacífica a ese problema».

La mirada chilena

«Creo que es una visita pastoral, no pienso que haya un tema político en medio – estimó Alex de Santiago – y añadió que «su visita al pueblo Mapuche responde al interés que tiene por los pueblos originarios y particularmente porque han habido algunos problemas en la región de Arauco, que es una región estratégica para conciliar y traer la paz».

Aylín, también de la ciudad capital, observó: «Para mí, su llegada es pastoral, hay mucha gente que viene por la fe y el cariño al Papa, es lo que me ha tocado ver hoy. Creo que le da una gran prioridad a los pueblos originarios y los mapuches son importantes en Chile».

Por otro lado, Héctor fue más específico al juzgar que «debe haber definitivamente un 50 y un 50 por ciento, porque el cambio de gobierno de Bachelet a Piñera necesita cierto respaldo. La visita previa a la salida de Bachelet es un respaldo a la izquierda que está gobernando».

«Su visita al pueblo mapuche es un tema asociado desde hace mucho tiempo al de las tierras y por eso irá para mediar un poco y también para apaciguar la mano que viene del gobierno nuevo que considera que son terroristas aquellos que generan una demanda que es aceptable».

Elisabeth, también de Santiago, también echó mano a los porcentuales: «Lo voy a poner en un 80 por ciento pastoral, y creo que su visita al pueblo Mapuche viene por el tema de los atentados y por el tema de Fernando Karadima, ese cura que ha abusado de los niños y hay una alta represalia en ese sentido»

Otra fiel del país trasandino, Asunción, opinó en sentido opuesto: «Creo que la visita tiene mucho de político y es una buena influencia para que se puedan resolver algunos de los problemas del país, como por ejemplo el tema del pueblo mapuche allí en la auracanía, como el tema con Perú de la salida al mar porque los ha puesto sobre la mesa. Son cosas que hay que conversar más allá de la posición que uno tenga».

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