La ministra de Relaciones Exteriores de Colombia, María Ángela Holguín, anunció hoy que los tres cadáveres hallados ayer en una zona selvática del sur de ese país correspondían a periodistas del diario ecuatoriano El Comercio, aunque aclaró que aún restan los reconocimientos oficiales a partir de las pruebas de ADN.

«Ayer llamé al canciller (de Ecuador) a darle la noticia de que habíamos encontrado los cuerpos de los periodistas asesinados, están hoy precisamente en Cali en ese reconocimiento para entregárselos a sus familiares», dijo Holguín a la prensa en el paso fronterizo con Venezuela de Paraguachón.

La declaración de la diplomática fue en simultáneo a las pruebas de ADN que se llevaban adelante en Cali, hasta donde llegaron familiares de los hombres de prensa, cuyos cuerpos fueron encontrados ayer en la zona de Tumaco.

Fue la única voz que dio prácticamente por seguro que se trata de los trabajadores del diario El Comercio, porque ni medios bogotanos ni quiteños ni las cuentas oficiales de TW de las respectivas cancillerías avanzaron en esa dirección.

Médicos forenses, patólogos, antropólogos, odontólogos y genetistas de Medicina Legal trabajaban en Cali para dar una confirmación científica de la identidad de los cuerpos.
Holguín resaltó la “tarea conjunta de ambos países” y remarcó que no sólo se ocupa del caso de los tres miembros del equipo periodístico, sino que también se trata de «unir esfuerzos en esa lucha contra el narcotráfico» en la frontera común.

Sobre el cuarto cuerpo encontrado ayer las autoridades no dieron información.

El ministro de Defensa colombiano, Luis Carlos Villegas, explicó que la zona en que fueron enterrados los cadáveres fue minada para que nunca fueran encontrados los cuerpos.
«Los asesinos de estas personas enterraron los cadáveres de tal modo que nunca fueran encontrados», aseveró a periodistas en la base de la Policía de San Luis, municipio del departamento del Tolima.

Junto a los familiares viajaron a Cali a presenciar las pericias funcionarios del gobierno de Ecuador.

«No queremos que este sea el desenlace de una historia, sino el inicio. La familia merece saber la verdad», dijo Javier Andrade, abogado de los familiares, sobre la investigación que se realizó en Ecuador y Colombia, durante una rueda de prensa brindada en el aeropuerto Mariscal Sucre de Quito, antes partir hacia Colombia.
Andrade exigió el «compromiso» del Estado para esclarecer los crímenes y reclamó información oficial de los avances del caso.

«La familia se merece saber la verdad a través de canales oficiales y no por redes sociales. Este no es un crimen ordinario; es un crimen donde aparecen las secuelas de una delincuencia organizada», dijo.

Ricardo Rivas, el hermano del reportero gráfico asesinado Paúl Rivas, se quejó de haber conocido la información a través de Twitter.

«Ayer en la noche se hicieron pruebas de ADN de familiares directos que fueron llevados a Colombia», añadió Rivas según recogió el diario El Comercio.

En tanto, el fiscal ecuatoriano Wilson Toainga confirmó el traslado de los cadáveres desde Tumaco hasta la ciudad de Cali, y aclaró que fueron las autoridades colombianas las que pidieron la presencia de dos familiares directos para cotejar la información del ADN.

Pese a la palabra de Holguín, se presume que las investigaciones forenses demorarán hasta el domingo.

La ministra de Justicia de Ecuador, Lilián Garzón, señaló en tanto que «si se comprueba que son los cuerpos» de los tres integrantes del equipo de prensa, «se tiene que programar la repatriación» de los cuerpos para que sus familiares les den una debida sepultura.
Cristian Segarra, hijo del conductor asesinado Efraín Segarra, dijo que esperan que los cuerpos hallados correspondan a sus familiares. «Que esto nos permita darles una sepultura digna; nos va aportar algo de paz a las familias».

Los periodistas Javier Ortega, Paúl Rivas y Efraín Segarra, del diario El Comercio, fueron secuestrados el 26 de marzo en Mataje, una zona rural de la provincia de Esmeraldas, fronteriza con Colombia, a donde se habían desplazado para cubrir la creciente inseguridad.

Poco después, la «columna Oliver Sinisterra», formada por disidentes de las disueltas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), asumió la autoría del secuestro y posterior asesinato del equipo periodístico.

El 13 de abril, el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, confirmó la muerte de los reporteros.

Finalmente, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, informó ayer en su cuenta de Twitter que las autoridades habían encontrado cadáveres que podrían corresponder al equipo de prensa ecuatoriano.