La policía italiana busca a dos presos que se fugaron de una cárcel del norte del país el domingo 1 de octubre tras almorzar lasagna a la boloñesa con el papa Francisco durante la visita del Pontífice a Bolonia.

Las autoridades buscan a dos detenidos que cumplían condena en el centro de reclusión para penas atenuadas de Castelfranco Emilia, en la localidad de Modena, quienes fueron vistos por última vez en la comida que el Papa compartió con mil pobres y reclusos en la basílica boloñesa de San Petronio.

Durante el almuerzo, un clásico de las visitas pastorales de Jorge Bergoglio dentro de Italia, los presos y el Papa habían compartido un menú típico de la zona, con la infaltable salsa boloñesa a base de carne sobre una lasagna.

Según reporta la edición regional del diario República, hay «oscuros detalles» en la investigación sobre el paradero de los fugados, aparentemente dos ciudadanos italianos originarios del sur, que ya habían protagonizado episodios de fuga en el pasado.