El secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, instó a su homólogo chino, Wang Yi, a moderar la «conducta desestabilizadora» de Corea del Norte en el primer encuentro directo entre los jefes de ambas diplomacias desde que el republicano Donald Trump ocupó la Casa Blanca.

La cita tuvo lugar durante la reunión de ministros de Exteriores del G20 (Grupo de los Veinte) que se celebra entre ayer y hoy en Bonn (oeste de Alemania), y abordó «cuestiones bilaterales» y «materias de interés mutuo».

Mark Toner, portavoz de la Secretaría norteamericana de Estado, explicó tras el encuentro en un comunicado que los dos diplomáticos «debatieron esfuerzos para hacer avanzar la cooperación bilateral a la vez que se confrontan las diferencias de una manera constructiva».

Tillerson, según el portavoz estadounidense, destacó asimismo el «riesgo creciente» que supone el programa nuclear y de misiles de Corea del Norte y exigió a Beijing, el único aliado de Pyongyang, emplear «todos los instrumentos disponibles» para moderar la «conducta desestabilizadora».

El encuentro se entiende como un primer acercamiento entre las dos potencias tras los desencuentros iniciales, provocados por las críticas del republicano al gigante asiático por su política comercial y, especialmente, por la llamada telefónica que mantuvo Trump al poco de ganar las elecciones de noviembre de 2016 con la presidenta de Taiwan, Tsai Ing-wen.

Esta comunicación dio a entender que Washington ponía en duda la política de «una sola China» que mantenía desde 1979, por la que sólo reconoce como interlocutor a Beijing y no mantiene relaciones diplomáticas con Taiwán, isla que los chinos consideran una provincia rebelde.

No obstante, el presidente de EE.UU. y su homólogo chino, Xi Jinping, mantuvieron semanas después una conferencia telefónica conciliadora en la que abogaron por empezar de nuevo y sentaron las bases para este primer encuentro entre Tillerson y Wang.

El Ministerio chino de Exteriores, al anunciar la cita, destacó el interés de Wang por «enviar señales positivas en apoyo del multilateralismo», de la «gobernanza global» y en favor de «una economía global abierta e inclusiva».

Pero la cuestión de Taiwán retornó al primer plano cuando el ex director del Instituto Estadounidense de Taiwán (AIT), Stephen Young, dijo en un foro en Washington Trump enviará «marines» para encargarse de las seguridad de la nueva sede de la entidad en Taipei.

Hoy, la cancillería de Beijing advirtió a Estados Unidos contra esa posibilidad, que supondría de hecho la elevación de un instituto privado a una entidad de orden diplomático, informó la agencia de noticias EFE.