Una legisladora estadounidense levantó este martes acusaciones por acoso sexual contra dos de sus colegas, incluyendo uno que se habría exhibido frente a una joven asistente, en medio de una creciente preocupación sobre abuso en el Congreso.

El Congreso empezó una evaluación de las acusaciones de abuso y demandas de más de 1.500 empleados legislativos por una completa reforma de la cultura laboral, en medio de la atención que han generado los escándalos de conducta sexual inapropiada en Hollywood, los medios y la política.

La congresista demócrata Jackie Speier, que promovió un sistema contra el acoso en el Congreso, dijo que sabía de dos congresistas en ejercicio, uno republicano y otro demócrata, involucrados «en acoso sexual».

«He tenido numerosas reuniones y llamadas telefónicas con trabajadores, actuales y antiguos, mujeres y hombres, que han sido objeto de esta conducta inexcusable y a veces ilegal», dijo Speier a la Comisión de Administración de la Cámara baja.

Speier dibujó un cuadro de depredación sexual en los pasillos legislativos, que incluye «víctimas que son tocadas en sus partes íntimas en el recinto de la Cámara de Representantes».

La republicana Barbara Comstock narró a la Comisión cómo una joven asistente llevó documentos a la casa de su jefe congresista, quien la recibió vestido solo con una toalla.

«En ese punto, decidió exhibirse. Ella se marchó y luego renunció al trabajo», dijo Comstock.

«¿Qué estamos haciendo aquí ahora por las mujeres que tratan con alguien así?», se preguntó.

Los señalamientos ocurren mientras el exjuez conservador Roy Moore, candidato al Senado, enfrenta acusaciones de cinco mujeres que afirman que las acosó sexualmente o intentó seducirlas cuando eran unas adolescentes hace unas cuatro décadas.

Durante la audiencia se hicieron llamados a actualizar las reglas en la Cámara de Representantes para denunciar casos de abuso, e instaurar cursos obligatorios sobre acoso sexual para congresistas y sus empleados.

«No hay lugar para el acoso sexual en nuestra sociedad, punto.

Y especialmente en el Congreso», dijo Gregg Harper, presidente de la Comisión, que se encarga de los asuntos internos de la Cámara baja.

Speier, que reconoció haber sido acosada cuando era una trabajadora legislativa hace décadas, aplaudió esas intenciones, aunque reconoció que enfrentar el asunto será complejo y «en ocasiones incómodo».