El Papa Francisco pidió hoy al pueblo brasileño evitar el «desánimo» frente a las dificultades por las que atraviesa el país y derrotar a las «tinieblas del egoísmo y la corrupción», en un video por el jubileo de los 300 años de la aparición de la Virgen de Aparecida, patrona de Brasil.
El video fue divulgado por la TV católica en la Basílica de Aparecida, una localidad del interior del estado de San Pablo, ante unos medio millón de peregrinos que llegaron este 12 de octubre, feriado nacional, a celebrar a la virgen negra.
Los políticos y representantes del gobierno del presidente Michel Temer presentes en la ceremonia fueron silbados y abucheados por parte de la multitud de fieles del país con más católicos del mundo.
El Papa, en un mensaje en portugués, dijo: «La esperanza debe penetrar en los corazones cuando a nuestro alrededor la situación desesperante parecer querer desanimarnos».
«No se dejen vencer por el desánimo, no se dejen vencer por el desánimo», dijo el Papa argentino, que recordó su primer viaje internacional como pontífice a Brasil en 2013, en el cual visitó la Basílica de la ciudad de Aparecida.
En 1717 pescadores pobres en el Rio Paraíba do Sul, en el interior de San Pablo, rescataron de entre sus redes una imagen de una mujer de barro sin cabeza, la guardaron y luego en lugar de peces rescataron la cabeza, lo que consideraron un mensaje divino porque posteriormente la pesca fue abundante.
«Nuestra Señora Aparecida fue encontrada por trabajadores pobres: bendice a todos, especialmente a aquellos que buscan trabajo», dijo Bergoglio en otro mensaje, por Twitter.
En su discurso, Francisco dijo que un cristiano «jamás puede ser pesimista» y que las «periferias sociales ansían una gota de esperanza».
«El amor es más fuerte que las tinieblas del egoísmo y de la corrupción», dijo el Papa.
Francisco dijo que no pudo estar en las celebraciones de los 300 años de la patrona de Brasil porque «la vida de un papa no es fácil» y envió en su nombre al representante del Vaticano en Brasil, Giovanni Battista Re.
El presidente Temer envió al ministro de la Secretaría de Gobierno (articulación política) Antonio Imbassahy en su representación a la ceremonia, que contó la presencia del ministro de Comunicaciones, Gilberto Kassab, y el gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin.
El presidente grabó un video en el cual dice que ruega a Dios por «días mejores para todas las familias de Brasil» y que «rápidamente habrá resultados de paz y progreso para los brasileños».
Brasil es un país constitucionalmente laico y según la encuesta de Datafolha de setiembre pasado el 52% de su población se considera católico.
