Al menos 40 personas murieron en las últimas horas en la capital de Yemen, entre ellos varios civiles, y decenas resultaron heridas en combates entre los rebeldes hutíes y sus aliados, las fuerzas leales al ex presidente Ali Abdullah Saleh.

Los combates en la ciudad de Sanaá se desataron de madrugada cuando los hutíes intentaron acceder a las viviendas de varios comandantes de la Guardia Republicana, cuerpo leal a Saleh, y de dirigentes del Partido del Congreso Popular, que encabeza el ex presidente.

Los enfrentamientos, los más cruentos que se han registrado entre estas dos fuerzas aliadas, tuvieron lugar en los barrios de Hadad, Bagdad y Al Yazair, y en el distrito político, donde se encuentra la residencia de Saleh.

Varios residentes dijeron que los hutíes usaron tanques y vehículos acorazados para intentar de asaltar las residencias de los partidarios de Saleh. Explosiones y bombas se escucharon en la capital yemení hasta el amanecer y los barrios citados estaban cerrados al paso hoy por la mañana.

Estos son los enfrentamientos más cruentos entre los hutíes y los partidarios de Saleh, aunque en los últimos meses ha habido varios episodios de escaramuzas entre ambas facciones, en medio de un intercambio de acusaciones de corrupción y chantaje político.

Los hutíes, de credo chiita y apoyados políticamente por Irán, y las fuerzas de Saleh son aliados en la guerra contra el presidente reconocido internacionalmente, Abdo Rabu Mansur Hadi, quien cuenta con el respaldo de la coalición árabe capitaneada por Arabia Saudí desde marzo de 2015.

Los rebeldes controlan Sanaá y amplias partes del norte y noroeste del país desde el inicio del conflicto, a finales de 2014, con lo que obligaron al gobierno de Hadi a trasladarse a la ciudad costera de Adén, en el sur del país.

Unos 10.000 civiles han muerto en la guerra en Yemen y millones han perdido su hogar desde la intervención de Arabia Saudita, que mantiene al empobrecido país árabe ubicado al sur de su territorio bajo bloqueo casi total.

Organizaciones de derechos humanos han condenado la campaña saudita y se han sumado a los pedidos de la ONU para que la monarquía levante el bloqueo por completo para poder ingresar ayuda vital a millones de personas que la necesitan.

Al reiterar ayer ese pedido, la ONU advirtió que la difteria se está propagando en Yemen, que aún combate un brote de cólera desatado en pleno conflicto que ha dejado cientos de muertos por falta de una atención médica adecuada.