El secretario general del Partido Democrático italiano, Matteo Renzi, volvió a marcar hoy las diferencias con la centroderecha y, de cara a las elecciones generales del 4 de marzo, insistió en defender la política migratoria del oficialismo y se mostró favorable a una ampliación de la Unión Europea.

«No hay ninguna encuesta que valga una vida humana», aseguró Renzi en diálogo con periodistas en la sede de la prensa extranjera en Roma, en referencia a los sondeos que marcan el creciente rechazo a la migración en el país.

«Es una época de inmgración, que se puede gobernar o instrumentalizar», agregó el ex primer ministro entre febrero de 2014 y diciembre de 2016, candidato del oficialismo a regresar al Palacio Chigi, sede del Ejecutivo italiano.

En un contexto de creciente radicalización del discurso anti migrantes de la centroderecha, que encabeza todas las encuestas, Renzi pidió tratar el tema «partiendo de los derechos humanos, salvando a las personas en el mar».

«Lo volvería a hacer todo de nuevo, incluso perdiendo puntos en los sondeos», defendió la política migratoria de su gestión y del actual premier Paolo Gentiloni, en un marco en el que según encuestas solo 1 de cada 3 jóvenes italianos aprueban una «Integración plena» de los llegados del extranjero.

Desde la centroderecha, tanto el líder de Forza Italia Silvio Berlusconi como el de la Lega Nord Matteo Salvini han endurecido su discurso antimigración y han pedido expulsar a 600.000 personas que son «una bomba social», además de acusar a los llegados de «el aumento de robos, delitos y tráfico de drogas».

Renzi insistió además con la importancia de la inserción continental y se mostró favorable a construir «los Estados unidos de Europa», incluso con la ampliación a nuevos miembros como Serbia y Albania.

«Trabajaré para el futuro de la centroizquierda en Europa», agregó en esa dirección, aunque mostró reparos en la posibilidad de que Turquía ingrese a la UE: «sólo si aceptan las reglas, incluida la libertad de prensa», planteó.

«Nosotros somos el partido del sí al euro; la centroderecha, en mi sección electoral, pone un candidato que dice ‘no al euro’, y el Movimiento Cinco Estrellas es el partido que no sabe qué hacer con el euro», insistió Renzi, que buscará un lugar al Senado en un colegio uninominal de Florencia.

El 4 de marzo Italia renovará las 630 bancas de Diputados y las 315 del Senado para dar forma a la XVIII Legislatura de la república, que desde el 23 del mes próximo deberá formar un nuevo gobierno.

Los comicios marcarán el debut de la ley electoral Rosatellum bis, que introduce un sistema mixto entre proporcional y mayoritario para la asignación de bancas y obliga a un piso mínimo del 40% para al formación de gobierno.

En ese marco, las encuestas previas marcan que la alianza de cuatro fuerzas de centroderecha, incluidos Berlusconi y Salvini, podría llegar al menos al 38% de los apoyos, a pocos votos del número necesario.

El PD, como marca sus estatutos, propone a su secretario general, Renzi, como candidato a primer ministro, aunque tanto el oficialismo como fuerzas de la oposición se han mostrado favorables a que haya una segunda elección si ninguna fuerza llega el 4 de marzo al 40%.