El piberío a pleno. Madrugada y mañana de festejos para algunos y compleja para otros. Los alumnos de 4º año del secundario de varias escuelas de Rosario arrancaron el tradicional festejo por pasar a su última etapa con bombas y mucha espuma a partir de las 4.30. En el trascurso de la mañana, fueron poblando las calles con sus carteles y remeras cortadas y culminaron en el Monumento a la Bandera donde «explotó el banderazo, la fiesta de antesala al 5to año».

En tanto, algunos vecinos se manifestaron a través de las redes, repudiando este festejo a causa de los ruidos molestos que ocasionaron desde muy temprano y en día laborable.

Por su parte, era la GUM la encargada de controlar la movida y pedirle a la juventud que se controle por boulevard Oroño, mientras que en Córdoba y San Martín la policía federal les revisaba las mochilas a los alumnos para decomisar alcohol o pirotecnia.

El Monumento recibió, a puro sol, el festejo del fin de una etapa y el comienzo del mejor año del colegio secundario.