Alrededor de 100 personas resultaron intoxicadas luego de haber asistido a una fiesta graduación el domingo 10 de diciembre. Las causas de la indigestión aun se desconocen, mientras se aguarda el parte del Instituto del Alimento para determinarlo fehacientemente.

En cuanto a los afectados, padecen una infección gastrointestinal luego de haber asistido a la misma fiesta de graduación de 5to año del Superior de Comercio. Los síntomas se repiten: comparten los síntomas: náuseas, vómitos, diarrea, mareos y fiebre.

El incidente fue en el salón Life, y el catering estuvo a cargo de la empresa Dreamers, la misma que estuvo en la cena del Colegio Nuestra Señora de la Asunción, donde se intoxicaron 200 personas.

Si bien las hipótesis de varios de los asistentes indispuestos apuntan a la pizza que se sirvió luego de la cena, en el brindis, cuando asisten mayoría de jóvenes a celebrar junto a sus amigos, también hubo afectados que estuvieron en la cena, por lo que el interrogante queda inconcluso.

No es el primer inconveniente surgido en una graduación en este año. Si bien se dieron en lugares distintos (aunque algunos se repitieron en un mismo salón), el denominador común es la empresa Dreamers, señalada además por los damnificados por «destratos».

El presidente del Centro de Estudiantes del Superior de Comercio (CeSup), Ignacio Novinsky, aseguró en diálogo con La Ocho que el problema «arranca el 30 de noviembre, cuando un curso de la mañana se graduó en el salón Estación del Norte (el mismo que tuvo problemas con colegios privados), y ahí ya hubo gente intoxicada».

«Hay malestar porque también días después un curso iba a graduarse ahí y ante la clausura del salón, lo pasaron a Altos del Ludueña, en Fisherton, el mismo día de la graduación, generando problemas de movilidad y obligando a familiares a salir a alquilar combis», agregó el estudiante del colegio universitario de calle Balcarce al 1200.

Algunos de quienes asistieron a la graduación del viernes 7 de diciembre, que el domingo tenían su propia fiesta, no pudieron asistir por sus cuadros febriles y estomacales.

«Con toda la planificación y gasto que implica una graduación, ellos quedaron intoxicados y con 40 grados de fiebre no pudieron ir a su propia graduación y la misma empresa (organizadora de ambas celebraciones) no quiso pasar la fecha», relató el joven.

Novinsky aseguró que sintieron «miedo de comer» en su propia graduación, «y encima se sumo un gran maltrato de gente de seguridad».

Y añadió que en su graduación, realizada el 7 de diciembre en Puerto España, recibieron «una agresión de personal de seguridad, nos trataban como basura, de ‘pendejos’, uno paga una fortuna de tarjeta ($1600 aproximadamente), y después el servicio es de pobre calidad, te agreden, una vez que esta terminando no te dejan entrar al baño, te sacan casi a las patadas, un compañero mío perdió el saco y no nos dejaban entrar a buscarlo. El personal termino golpeando a un compañero que reclamaba por una respuesta», afirmó el estudiante.