A pesar de la lluvia, los trabajadores despedidos de la firma Unilever de la sede Villa Gobernador Gálvez, reclamaron con bombos y pancartas en la puerta del Concejo pidiendo el apoyo de los concejales en torno a su reclamo por la reincorporación de los 65 empleados que quedaron sin trabajo. Los ediles recibieron a un grupo y debatían la situación puertas adentro del Palacio Vasallo.

Conclusión dialogó con su delegado, Jorge adelantó que «la empresa se mantiene en la tesitura de los 65 despidos y el 13 de noviembre finaliza la conciliación obligatoria».

«Esperamos que los concejales nos apoyen y nos ayude a pelear ante las multinacionales por los puestos de trabajo», aclaró.

Al respecto el concejal Eduardo Toniolli planteó que si bien la empresa tiene sede en Villa Gobernador Gálvez «cualquier conflicto de estas magnitudes incide y afecta a la ciudad de Rosario. Muchos de los trabajadores viven en la ciudad, son rosarinos».

En ese sentido, explicó que en la reunión se asumió el compromiso de «solidarizarnos y acompañarlos en las audiencias que se van a realizar en el Ministerio de Trabajo, en el marco de la conciliación obligatoria».

«La empresa argumenta que quiere ser mas competitiva, lo que no se entiende es que si no hay una inversión en tecnificación de qué manera pretende ser más competitiva con un tercio de los trabajadores despedidos, que son quienes sostienen la producción», apuntó el edil del Frente para la Victoria y agregó: «Muy por el contrario, pareciera que quieren ‘limpiar’ la planta y contratar de una manera mucho más flexibilizada«.