Por Alejandro Maidana

La realidad de Sastre tiene preocupantes similitudes con otras localidades que encuentran en los agrotóxicos, una amenaza artera para su calidad de vida. Las violaciones de las ordenanzas, son una constante que genera indignación y en la misma proporción preocupación en un importante número de vecinos.

No es fácil el sendero que deben transitar aquellos que no se resignan a hipotecar su vida en manos de la desidia. Interpelar a una corporación tan monstruosa como la Hidra de siete cabezas, es una quijotada que sólo puede abrazar la victoria juramentándose no claudicar ante tamaño desafío.

El aumento exponencial de los casos de cáncer, malformaciones, autismo, y el hipotiroidismo entre otros, ponen en jaque el porvenir de las generaciones futuras. Si bien existe un lobby feroz para desacreditar todo estudio medicinal referido a estos casos, la realidad se azota descarnada.Esto despierta de un artero cachetazo a todo aquel que pretenda esconder bajo la alfombra de los intereses mezquinos, la degradación de la salud de los habitantes de un país sometido al cultivo transgénico.

El panorama siempre suele mostrarse desolador, la falta de controles y el vacío legal, generan una manto de desprotección que sólo puede revertirse con la unión, la solidaridad y el avance en la conciencia.

 

En los últimos meses los habitantes de la localidad de Sastre, han sufrido aplicaciones de agroquímicos por fuera del área de exclusión, generando esto una preocupación mayúscula. Lo explícito de las acciones quedaron a la vista de todos el día que se fumigó a escasos metros del club Atlético Sastre, donde en ese preciso momento disfrutaban del natatorio decenas de niños y niñas. Las aplicaciones ilegales también afectaron de manera considerable a las viviendas cercanas al predio deportivo, haciendo más ostensible la resistencia posterior de los habitantes del lugar.

Para conocer detalles sobre lo que viene sucediendo en materia de fumigaciones, y la organización de vecinos para poder frenar las mismas, Conclusión dialogó con Ainelen Viñuela, una de las damnificadas.

“Acá en Sastre es muy común salir a la calle y contemplar el vuelo de avionetas y el transitar de mosquitos fumigando. Yo vivo en el ejido urbano muy cerca de lo que se consideraría zona rural, a sólo 80 metros, pero debido a que es una calle que ya tiene 40 años y nombre, deberíamos considerarla zona urbana”, indicó la vecina.

Si bien la convivencia con este tipo de prácticas no es algo nuevo, lo explícito de las últimas fumigaciones alertó a gran parte de los habitantes, “nos dirigimos a realizar las denuncias pertinentes pero lamentablemente  no fuimos asesorados debido al desconocimiento de los encargados. Finalmente y después de insistir en jefatura me tomaron la denuncia, empujada por este cuadro de situación decidí cargar mi experiencia en las redes sociales, allí muchos vecinos se plegaron al reclamo”, sostuvo.

 

Pero la perseverancia y la mediatización suele generar sus frutos, “hubo dos concejales, en especial uno de ellos, que nos invitó a participar de una reunión en el recinto para tratar en profundidad nuestra inquietud en torno a las fumigaciones ilegales. Este martes estaremos participando de la audiencia y solicitaremos la ordenanza en mano, primero para saber si está bien redactada y segundo para hacerla respetar”.

La convocatoria de firmas que llevó adelante Ainelen en el pueblo, fue todo un éxito, en poco rato se juntaron más de 50 adhesiones para acercarlas al Concejo del lugar. “Esto se dio en cuestiones de horas, hay mucha gente que viene peleando contra esto hace mucho tiempo soportando presiones y amenazas. La fuerza de las redes sociales y la mediatización de estos casos nos ayuda mucho  a seguir adelante con nuestra lucha”, enfatizó una mujer que no quiere hipotecar su calidad de vida ni la de los suyos.

“Vemos como avanza el cáncer y otras enfermedades y no podemos quedarnos con los brazos cruzados. A escasos 20 metros de mi casa vive Zoe, una niña de un año que viene siendo sometida a un tratamiento oncológico y merece crecer con todas las garantías de salubridad”, concluyó.

Este martes 20 de marzo un número considerable de vecinos pudo tener la tan deseada reunión con los concejales del lugar. Calificaron a la misma de positiva, ya que hubo una importante apertura al diálogo y acercamiento de las partes.

El Concejo de Sastre trataría en los próximos días una nueva ordenanza  que extendería la línea para poder realizar las aplicaciones con agroquímicos de manera legal resguardando la integridad de los moradores. Si bien los habitantes tienen en claro que existen muchos puntos que nos son beneficiosos, aseguran que van a profundizar el debate y el control vecinal sobre las fumigaciones.