Por Jorge Alberto Ripani

A partir de un título del portal La Política On Line se generaron durante la primera semana del año, una catarata de opiniones sobre la posibilidad de un frente electoral entre el justicialismo y el socialismo de cara a 2019 (tal vez antes si hay reforma constitucional). En ella el diputado nacional Luis Contigiani, ocupó la centralidad.

El título un tanto rimbombante, dice “Crisis en el Frente Progresista: Contigiani rompe con Lifschitz y se acerca al peronismo” (LPO 1/1/2018). Luego se señala que habrían existido presiones desde la Casa Gris para que Contigiani, ex Federación Agraria y único diputado nacional del Frente Progresista, vote a favor de la ley de descuento a los jubilados y veteranos de guerra de Malvinas.

“El colorado” hizo un discurso y votó en contra. En aquél destacó a Alejandra Rodenas (PJ – NES). La nota también habla de “acuerdo entre cúpulas” y sindica a un abogado de la UOM que había sido candidato para el Colegio de Abogados de Rosario en una alianza con elementos del socialismo y el Movimiento de Acción Radical en 2015, como próximo a incorporarse al equipo de trabajo del diputado.

La UOM y Contigiani habían trabajado exitosamente, cuando éste era ministro de producción en el conflicto de Mefro Wheels mediando a favor de los trabajadores. El Secretario General de la UOM, Antonio Donello fue uno de los impulsores de la llegada de Rodenas al Congreso Nacional.

LPO dice “en el peronismo no descartan que en un futuro cercano terminen compartiendo el mismo bloque”. Finalmente menciona que desde el ala interna socialista liderada por Antonio Bonfatti, se solidarizaron con el diputado.

Primeramente debemos decir que es ciencia ficción que Contigiani rompa con Lifschitz y se pase al peronismo.

Consecuentemente Contigiani salió a desmentir una ruptura con el gobernador, aseverar que nunca se sintió presionado, descartar irse al peronismo y declarar que “hay que polarizar, sin dudas, para enfrentar el avance de la derecha. El centrismo ya no existe, no tiene chance. Cuando habla de “centrismo” se refiere al discurso de las derrotadas “avenidas del medio”. Respecto de la UOM dijo: “Me apoyo hoy en ellos para abordar el tema laboral”, evitando hacer mención a los equipos técnicos del Ministerio de Trabajo Provincial. También que hay que “ir construyendo … una alternativa mayoritaria … compuesta por hombres y mujeres de buena voluntad, honestos, comprometidos con la justicia social”.

Haciendo mención al “honestismo”, una categoría presente en el socialismo y a la justicia social, una de las tres banderas del peronismo. Finalmente compartió una preocupación geopolítica típicamente justicialista y también del radicalismo fundacional (recordamos su origen radical): la de la patria grande. Aseguró que la agenda neoliberal “trasciende Argentina, es la nueva matriz del pensamiento neoliberal en la región, que abarca a Argentina, Perú, Paraguay, Brasil y ahora Chile.”

Lo interesante es lo posible. Explorar conformación de un frente electoral entre justicialismo y progresismo. Esto viene dando vueltas desde que se conocieron los resultados de las últimas elecciones de medio término: Cambiemos 37.7 %, Justicialismo 25.8 % y Socialismo 14.6 %. Albord Cantard le sacó más de 10 puntos de ventaja a Agustín Rossi – Rodenas y casi triplica a Contigiani.

En el justicialismo se pronunciaron en un sentido similar a Contigiani, Armando Traferri (senador de San Lorenzo – NES), Luis Rubeo y la diputada provincial Claudia Giaccone. María de los Ángeles Sacnun (cercana a La Cámpora) recordó el carácter frentista del justicialismo, si bien es cierto que salvo la izquierda internacional, todos lo tienen. Nótese la ausencia de despachos al respecto que provengan del interior del campamento de dos piezas fundamentales del justicialismo, Omar Perotti y Agustín Rossi.

Del socialismo, había habido declaraciones de Bonfatti en un sentido similar.

En el Colegio de Abogados de Rosario, una lista conformada por las agrupaciones socialistas, la principal agrupación referenciada en el justicialismo, una fracción pequeña del Pro y otras agrupaciones pero encabezada por un abogado proveniente de un grupo respectivo a las otras, triunfó sobre Cambiemos. Según Mauricio Maronna “muchos ven en esa nómina el germen de un acuerdo político-electoral para 2019, como pretenden Miguel Lifschitz y Antonio Bonfatti”. Si quieren calcar este modelo, deberían buscar un tercero independiente de ambos partidos, para encabezar.

Otra opción es repartir. Por ejemplo que uno encabece a gobernador y a senador departamental por Rosario y el otro ponga el vice, la mayoría de los diputados y el intendente de Rosario. Todo esto descontando que Emilio Jatón (PS) es una figura puesta para ser candidato a intendente de Santa Fe.

El socialismo parece imitar a la social democracia europea. El justicialismo es una doctrina nacional latinoamericana con identidad propia y policlasista. De fondo habría que relacionar esto.

Falta más de un año y medio para las elecciones provinciales. Es mucho tiempo. El ánimo del votante depende mayormente de su bolsillo. Estas elucubraciones, tienen como fuente una realidad. Si la votación fuese hoy, el próximo gobernador sería de Cambiemos.

De manera que se podría afirmar que a justicialistas y socialistas los uniría el espanto. Pero también que los uniría la esperanza. Ella se inscribiría en el logro de una victoria política significativa que acierte el primer jaque al modelo que gobierna la Argentina desde 2015 y tal vez a la mayor parte del subcontinente. Como declaró el principal protagonista de la semana santafesina.

* Abogado especializado en Derecho Político e Historia Constitucional / [email protected]