La última jornada antes de conocerse el veredicto por la muerte del gerente financiero de la empresa MC Catering, las partes expusieron los argumentos que sostienen sus teorías sobre el caso, la mecánica del hecho y las responsabilidades de las acusadas Virginia Carolina Seguer y su madre Alicia Fernández.

En primer lugar fue el turno del fiscal Miguel Moreno, quien ratificó la teoría que planteó desde el inicio del debate. Las imputadas querían deshacerse de Diego Sarjanovic por las deudas que tenían con el gerente financiero. Según Moreno todos los testigos dieron cuenta de la situación apremiante que atravesaban las imputadas por las deudas contraídas con distintas personas de su entorno, pero sobre todo con Sarjanovic. Si bien no se pudo determinar el monto de lo adeudado, un amigo le ofreció un millón de pesos a Sarjanovic para resolver la situación, lo cual da una dimensión aproximada.

El fiscal Moreno consideró que fue probada su teoría del caso. Según los testigos aportados en el debate, quedó probado que el negocio de Seguer y Fernández sobrevivía por los aportes que Sarjanovic aportaba y ante el reclamo del pago la deudora tomó la peor decisión.

Moreno sostuvo que la fachada de éxito comercial que demostraban las acusadas se desmoronó y quedaban dos alternativas sincerarse o continuar con la farsa y «ya vimos el camino que tomaron».

El fiscal pidió prisión perpetua por homicidio calificado por ensañamiento y codicia para ambas acusadas, pero modificó parcialmente la participación de Fernández. Aunque durante el debate la defensa de Fernández, trató de separarla de la responsabilidad del crimen,  el fiscal ubicó a Alicia Fernández en el lugar de coautora sucesiva por haber asegurado el resultado muerte. En este punto el fiscal explicó la secuencia y según su teoría, Seguer apuñaló a Sarajnovic en la mañana del vienes 4 de septiembre, luego llamó a su madre, quien llegó aproximadamente a las 14.30 al departamento de Moreno 511. No pidió ayuda para auxiliar a Sarjanovic sino que se quedó allí asegurando que se concrete lo que su hija había iniciado. Esta conducta posterior dejó en el banquillo de los acusados a Fernández, que si hubiese pedido ayuda no sería plausible de ningún reproche.

Actitud fría. En ese momento, Seguer se reunió con allegados a Sarjanovic en el bar de Paraguay y Pellegrini, y con total frialdad les dijo que no sabía nada del gerente financiero, que debían encontrarse a la mañana pero él nunca llegó.  Lo mismo hizo cuando declaró en la comisaría 6ª. Durante esos momentos intercambió mensajes de WhatsApp con su madre, «monitoreando» si todo estaba bien, tanto para Seguer como para Alicia.

Respecto de la conducta posterior al hecho, Moreno consideró que el hecho intento de suicidio fue «una pantomima» porque quien está determinado a quitarse la vida no lo anuncia, lo hace. Además resaltó que cuando fueron halladas por la policía de Córdoba en la localidad de Las Vertientes no estaban en mal estado de salud.

Moreno remarcó que la muerte se produjo de manera voluntaria para deshacerse de la deuda que tenían con la víctima. El informe psicológico de Seguer arrojó que «la situación de no tener dinero la ponía en situación de falta y aniquilando a Sarjanovic aniquilaba la falta». Para demostrar la codicia, el fiscal indicó que fuera del motivo económico no se evidencia ningún otro motivo para terminar con al vida del hombre.

Por su parte la querella, representada por el abogado Fausto Yrure, compartió los argumentos de la fiscalía y agregó que esta historia no nació ese día sino que hay una historia detrás de este trágico hecho y dijo que madre e hija vivían la ilusión y el sueño de tener un negocio próspero, la idea que iban a ser exitosas y la ambición de ello se ve desde el inicio de la historia cuando conformaron la sociedad que aún no tenía nombre. El abogado también hizo una diferenciación en las funciones que tenían madre e hija en el negocio. Fernández trabajaba en el taller, en la confección de vestidos y Seguer se dedicaba a la parte financiera, a conseguir dinero para que la empresa siga funcionando.

Por su parte, la defensa de Seguer, el abogado Jorge García Cupé intentó dar un giro a la cuestión e introdujo la duda sobre el engaño constante de Seguer hacia Sarjanovic sobre las promesas de pago incumplidas y «que la víctima siendo un hombre de negocios no era un tonto para no saber en qué empresa estaba invirtiendo su dinero». Por otra parte, trató de derribar la teoría de los acusadores sobre el ensañamiento y la codicia para lo cual indicó que la cantidad de puñaladas no refiere saña. En cuanto a la codicia explicó que haber matado a Sarjanovic no implicó haberse sacado de encima la deuda.

Para justificar el accionar de Seguer, el abogado mostró el caso como una legítima defensa ante una agresión de Sarjanovic por el no pago de la deuda. Relató que hubo un forcejeo entre ambos lo que llevó a Seguer a defenderse de las agresiones. Por lo tanto pidió que se revisen los agravantes de codicia y ensañamiento, y que se evalúe la legitima defensa.

Finalmente fue el turno del defensor de Alicia Fernández, Nelson Flores quien entendió que su defendida es totalmente ajena al hecho y que sólo fue a auxiliar a su hija «en un momento difícil». Desligó a su defendida de toda responsabilidad argumentando que la mujer no mantenía una deuda con la víctima y tampoco estuvo en el departamento de Moreno al 500 cuando el hombre fue apuñalado. El entorno de la víctima la conocía por haber trabajado hace tiempo en la misma empresa, pero negaron que existiera un relación comercial o de amistad con Sarjanovic. Por lo tanto, pidió la absolución de su defendida, alegando que rige el principio de inocencia.

La sentencia se conocerá el próximo 24 de octubre cuando los jueces Patricia Bilotta, Delia Paleari y Gustavo Pérez Urrechu hagan público el veredicto.