El técnico informático Diego Lagomarsino declaró hoy que entre él y Alberto Nisman había «una relación de amo-esclavo», que nunca tuvo «vínculos con los servicios de inteligencia» y que era apoderado de una cuenta bancaria en Estados Unidos junto a familiares del fiscal por «pedido» de éste, ya que su madre, Sara Garfunkel, estaba «bastante enferma».

En casi diez horas de indagatoria ante el juez federal Julián Ercolini, Lagomarsino señaló que Nisman lo llamaba «hasta 30 veces por día» por teléfono para hacerle pedidos y que sostenían «una relación de amo-esclavo», confirmaron a NA fuentes judiciales.

De todos modos, y tras los rumores periodísticos, Lagomarsino negó que hubiese tenido una «relación homosexual» con Nisman.

Lagomarsino ratificó que concurrió ese sábado 17 de enero de 2015 a la torre Le Parc, al piso 13, donde vivía Nisman, que éste le preguntó si tenía un arma y que, al dar una respuesta afirmativa, el fiscal le ordenó: «Necesito que me la traigas».

En ese sentido, remarcó que quiso hacerle «un favor» a Nisman y creyó que, por su condición de fiscal, no iba a tener problemas en la portación de un arma de fuego que fuese de otra persona: explicó además que se enteró de la muerte a través de un mensaje que le envió su hermano.

El técnico informático se quebró al llanto en varios tramos de su indagatoria en el cuarto piso de los tribunales de Comodoro Py, donde estuvieron en la audiencia el juez Ercolini, el fiscal Eduardo Taiano y secretarios, junto a los dos abogados de Lagomarsino.

Lagomarsino aseguró que conoció a Nisman en 2007 presentado por Carlos «Moro» Rodríguez, un agente de inteligencia de la PSA, pero dijo que él se enteró que éste pertenecía al organismo tras la muerte del fiscal.

Al respecto, y al ser preguntado por la Fiscalía, Lagomarsino negó conocer a los exagentes de inteligencia Horacio Stiusso, Alberto Mazzino y Fernando Pocino, quienes mantenían vínculos con Nisman.

En la actualidad, Lagomarsino gana 25 mil pesos por mes como técnico informático, aunque explicó que el desarrollo de la causa le quitó mucho trabajo: «Me arruinó la vida», sostuvo.

Por otra parte, la Fiscalía le preguntó por qué figuraba como titular de una cuenta bancaria en el Merryl Lynch de Nueva York junto a Sara Garfunkel, mamá de Nisman, y Sandra, hermana del fallecido fiscal.

Lagomarsino aseguró que fue otro de los pedidos que le hizo Nisman, porque –explicó- le dijo que su madre estaba «bastante enferma» y porque él como fiscal era una «persona expuesta».

El técnico informático acompañó ante el juez todos los títulos y cursos sobre sus conocimientos en esa materia, pues a lo largo de la investigación se puso en duda su experticia para haber sido contratado como tal por parte de Nisman.

Además, dijo que él tenía copia de la causa por la denuncia de encubrimiento hecha por Nisman contra la expresidenta Cristina Kirchner porque ocho meses antes de que Nisman la presentara le había confesado que «se iba a llevar puesta» a la entonces mandataria.

Por otra parte, ratificó que él tenía acceso remoto a la computadora de Nisman y explicó cómo trabajaba de ese modo con el fiscal de la causa AMIA.

«No me importa cómo murió» Nisman, dijo Lagomarsino al final su indagatoria, al evaluar que con lo ocurrido le «cagaron la vida», por lo que aún tiene que atravesar.

Es la segunda declaración indagatoria de Lagomarsino pero la primera acusado de haber sido «partícipe necesario» del homicidio de ese 18 de enero de 2015 que tuvo como víctima al entonces titular de la Unidad Fiscal de Investigación del atentado a la AMIA.

El técnico informático por el momento seguirá en libertad y con tobillera electrónica junto con GSP que monitorea sus movimientos, en tanto que la semana próxima serán indagados cuatro custodios que tenía asignados Nisman por incumplimiento de los deberes de funcionario público.

Lagomarsino llegó con custodia de Prefectura Naval a las 9:00 y, de manera ininterrumpida, declaró hasta poco antes de las 20:00.

 

 

Lagomarsino es indagado por Ercolini en la causa por la muerte del fiscal