Cuatro policías de la Unidad Regional I quedaron en prisión preventiva en el marco de una investigación que encabeza la fiscal Gabriela Arri por diversos delitos cometidos el pasado lunes en el barrio Barranquitas de la ciudad de Santa Fe. Así lo resolvió el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Sergio Carraro, a raíz del pedido planteado por la funcionaria del MPA en la audiencia de medidas cautelares celebrada en la mañana de hoy en los tribunales de la capital provincial.

Así lo resolvió el juez Sergio Carraro a pedido de la fiscal Gabriela Arri. Los cuatro imputados son investigados por los delitos de tentativa de robo calificado; allanamiento ilegal; tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra; y tentativa de falsificación de documento público. En la audiencia de medidas cautelares –celebrada hoy– la funcionaria del MPA refirió a las amenazas sufridas por uno de los policías que participó en la detención de los cuatro agentes investigados.

Dos de los imputados prestaban servicios en el Comando Radioeléctrico ( AOC de 41 años y ESR de 36); otro en el Grupo de Operaciones Especiales (CBG de 39 ); y el cuarto agente imputado era de la Sexta Zona de Inspección (LAV de 32 años)

El pasado martes, la fiscal Arri le atribuyó a los cuatro investigados la coautoría de los delitos de tentativa de robo calificado (por ser en poblado y en banda; por el uso de arma de fuego; y por ser cometida por un miembro de la fuerza de seguridad); allanamiento ilegal; tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra; y tentativa de falsificación de documento público. Los cuatro delitos fueron imputados en concurso real entre sí.

“El juez dio por acreditada la coautoría de los imputados en todos los hechos tal como fueron atribuidos y entendió necesaria la imposición de la prisión preventiva por los riesgos concretos de entorpecimiento probatorio y peligro de fuga”, remarcó la fiscal. En tal sentido agregó que “el magistrado también resolvió que la calificación legal imputada era la correcta”.

Amenazas

En la audiencia de medidas cautelares de hoy, la fiscal fundamentó su pedido de prisión preventiva –entre otros motivos– en las amenazas sufridas por uno de los policías del Comando Radioeléctrico que participó del operativo en el marco del cual fueron detenidos los cuatro agentes.

“El miércoles a la noche, dos hombres en moto y armados, fueron a la casa y le dijeron que si no cambiaba su declaración lo matarían a él y a su familia”, manifestó la fiscal. En tal sentido, la funcionaria aclaró que “todavía es un caso NN porque los autores no fueron identificados”.

Arri también informó que “se le tomó declaración testimonial a raíz de lo ocurrido, se dispuso una custodia permanente en su casa y se acordaron medidas de protección personales tanto para él como para otros testigos de lo ocurrido en Barranquitas”.

Presencia institucional

En la audiencia de medidas cautelares realizada hoy, la fiscal Arri estuvo acompañada por el fiscal de Violencia Institucional, Ezequiel Hernández, quien será el encargado de continuar con la investigación.

En función de la importancia del caso, en la audiencia también estuvo presente el Fiscal Regional de la Primera Circunscripción Judicial, Carlos Arietti.

En Barranquitas

Los hechos por los cuales quedaron en prisión preventiva los cuatro policías ocurrieron alrededor de las 2.30 de la madrugada del pasado lunes en inmediaciones de una vivienda ubicada en la zona del terrapalén en barrio Barranquitas.

La fiscal Arri detalló que “los imputados estaban vestidos con el uniforme policial, el rostro cubierto y habían llegado al lugar en un vehículo particular. Para ingresar a la casa ostentaron su carácter de personal de las fuerzas de seguridad y exhibieron una pistola calibre 9 milímetros”. En tal sentido, Arri precisó que “en la vivienda había un hombre, al que le exigieron que entregara armas, dinero y drogas. Sin embargo, no lograron su cometido por razones ajenas a su voluntad”.

“Personal del Comando Radioeléctrico sorprendió a los cuatro policías en el lugar, quienes fueron trasladados a la seccional Sexta, donde exhibieron un revólver calibre 38 que supuestamente habían secuestrado en la vivienda a la que habían ingresado minutos antes”, detalló Arri. “Actuaron con la intención de darle un marco de legalidad a un procedimiento en el que intentaron acreditar el secuestro de un arma, a sabiendas de que no había sido obtenida de forma legítima. En tal sentido, también intentaron comenzar a confeccionar un acta de procedimiento de las supuestas actuaciones”, concluyó Arri.

Por último, la fiscal detalló que “en el marco de la investigación se secuestraron dos vehículos: un Volkswagen Suram y un BMW.”