Cuando en las “malas noticias” los protagonistas son bebés, todo parece ser más delicado. El caso de la bebé intoxicada por su madre con pastillas de rivotril y alcohol invadió los diarios y programas radiales y televisivos locales y generó cientos de debates. La cuestión es que esa niña de un año y medio va a ser resguardada por el programa provincial de acogimiento familiar y sería otorgada a una familia solidaria. En tanto, la madre está cumpliendo la prisión preventiva que dictó el juez.

En diálogo con Conclusión, la directora de la secretaría provincial de Derechos de la Niñez, Adolescencia y Familia, Andrea Travaini, confirmó que con la bebé “como con cualquier niño que sufra una situación por la cual haya que separarlo de su familia», tomaron una medida de «protección excepcional” y la pusieron bajo el programa de Acogimiento familiar.

“La bebé tiene una restricción de acercamiento. Los pasos fueron la protección excepcional y separarla del núcleo familiar”, aclaró Travaini y detalló que la menor está tratada por todo el equipo de profesionales para resguardarla. La directora de niñez adelantó que se evaluará el caso como corresponde cumpliendo todos los pasos legales y probablemente será otorgada a una familia solidaria por el plazo que indica legalmente el programa, mientras tanto está al cuidado de la Dirección Provincial de Niñez, y del equipo interdisciplinario del Hospital Vilela.

Un acto que refleja una situación social

La mamá de la bebé se llama Georgina, tiene 19 años y está embarazada. El sábado se alcoholizó y empastilló a la pequeña de un año y siete meses. Horas antes, se había enterado que su hermano era portador de HIV y además, la habían echado de su casa.

Georgina fue detenida en la zona de Mendoza y Provincias Unidas. El caso se tornó más tremendo aun cuando desde la Fiscalía informaron que la mujer además estaba intentando vender a la niña.

Según el informe emitido por fuentes judiciales, los vecinos que se encontraban el sábado por la tarde en esa zona advirtieron que Georgina O. estaba ofreciendo a la venta a su hijita, Emily. Cuando la Policía Comunitaria detuvo a la mujer, la pequeña debió ser trasladada al Hospital de Niños Víctor J. Vilela a causa de lo que le habían obligado a ingerir.

Desde el nosocomio informaron que la pequeña se encuentra fuera de peligro y mejorando.

Ayer al mediodía, en los Tribunales Provinciales de Rosario se realizó la audiencia imputativa de Georgina. El juez José Luis Suárez, luego de escuchar los cargos, consideró que el accionar de la imputada podría haber llevado a la niña a la muerte y le dictó la prisión preventiva sin plazos por el delito de tentativa de homicidio agravado por el vínculo.

La fiscal Gisela Paolicelli dio detalles de la audiencia y relató que, según pudo saber, la joven, identificada como Georgina Maricruz O., de 19 años, se encontraba con la pequeña en la plaza, donde había chicos jugando y ellos son los que empezaron a decir que la mujer quería regalar a la beba. Cuando una mujer se acercó y le preguntó si eso era cierto, la joven le respondió que sí y que “si no la podía regalar o vender, la iba a matar”. Según el relato de la testigo, ella misma vio cuando la chica le daba una pastilla a la nena y entonces, se la sacó de los brazos y la hizo vomitar para que despidiera lo ingerido. Acto seguido dio aviso a la policía.

Paolicelli manifestó que la joven adujo que estaba desesperada, “que la habían echado del lugar dónde vivía, que está embarazada y que tiene problemas con su pareja y con su hermano, y que por estas razones había comprado las pastillas y el vino para ella”. La fiscal agregó que la joven dijo no recordar bien lo que había hecho en relación a la criatura después de que ingirió el cóctel de fármacos y alcohol.

Según los primeros estudios, la niña no presenta signos previos de maltrato y se encuentra en buen estado de salud, aunque resta el resultado del examen toxicológico. En tanto, el médico que la atendió en el Hospital Víctor J. Vilela señaló que probablemente se tratara de clonazepam y confirmó que el líquido que se extrajo del estómago de la pequeña es vino.

Por el momento, pesa una orden de prohibición de acercamiento sobre la familia de la joven, hasta tanto se determine que ese contacto no sea perjudicial para la niña.

En relación a la madre, Paolicelli señaló que primero fue atendida por la guardia del Policlínico San Martín y luego derivada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, donde fue desintoxicada y estuvo en observación. “En principio está orientada en tiempo y espacio, pero la defensa tiene interés en profundizar los estudios referentes a su salud mental”.