La jueza penal María Melania Carrara dictó prisión preventiva por 60 días para tres brasileños que fueron acusados de clonar tarjetas de débito, cuyos datos utilizaron para realizar numerosas extracciones de dinero y transferencias bancarias.

En una audiencia imputativa en la que fue necesaria la presencia de una traductora, el fiscal Matías Ocariz explicó el modus operandi de una banda integrada por siete personas, tres de los cuales estaban sentados en el banquillo y fueron acusados de asociación ilícita, defraudación calificada por el uso de tarjeta de débito y falsificación de moneda. Ocariz pudo dar con los estafadores gracias a informes de la empresa Prisma, encargada de la administración de la Red Link y Banelco y por las imágenes registradas por las cámaras de seguridad de los cajeros, que dieron cuenta de las identidades y las circunstancias de tiempo y lugar en que los implicados actuaban.

De acuerdo a lo que detalló el fiscal, esta asociación ilícita se dedicaba a colocar dispositivos electrónicos en cajeros automáticos, lo que les permitían obtener datos de aquellos usuarios que los utilizaban. Uno de esos dispositivos lo ponían en la boca receptora de las tarjetas plásticas, una microcámara era estratégicamente ubicada para grabar el pin del cliente y gracias a un router wifi podían ver desde sus celulares la cantidad de gente que pasaba por los cajeros que tenían intervenidos para decidir si convenía o no seguir realizando las maniobras fraudulentas o cambiar a otros.

Luego de obtener los datos necesarios, la forma de hacerse con el dinero en efectivo eran dos: extrayendo los billetes desde otros cajeros, lo que les posibilitaba sacar montos menores de entre mil y 4 mil pesos o realizando transferencias de mayor cantidad, por 10 mil, 15 mil y hasta 25 mil pesos.