Por Alejandra Ojeda Garnero

La violencia de género no tiene límites, no conoce de clases sociales y se introduce de cualquier forma en la vida de mujeres que, en general se encuentran atravesando una situación vulnerable.

No respeta barreras, ni lugares de encierro. Así fueron los casos de Cindi y Marina, dos chicas que la une el dolor por haber vivido los peores momentos sometidas a la personalidad perversa de un psicópata que las obligó a hacer lo inimaginable.

Maximiliano Tesone tiene 27 años y fue condenado a 23 años de prisión por el homicidio de quien en ese momento era su novia, Dayana Capacio, de 16 años en el 2012. Fue capturado en un descampado de General Lagos a escasos metros del cuerpo, al que había prendido fuego luego de degollarla y asestarle catorce puñaladas.

Desde el penal de Coronda, donde cumple su condena, sigue hostigando y ejerciendo violencia psicológica, captando a chicas a través de perfiles de Facebook falsos.

Cindi y Marina denuncian esta situación  en una entrevista exclusiva con Conclusión, primer medio en el que se enfrentan a las cámaras. Hugo Capacio, a cargo de la ONG Sobrevivientes de Violencia de Género y padre de Dayana Caoacui, las acompaña para que puedan sobrellevar de la mejor manera este proceso.

Los testimonios erizan la piel y dan señales a tener en cuenta para detectar si una mujer es víctima de violencia de género, en este caso psicológica.

Cindi: “Me decía, ahora no vas a salir a bailar”, después “no vas a salir con tus amigas, o con tus hermanas”. Y no conforme con eso: “No tenés necesidad de estar con tus cuñados. ¿Te gustan tus cuñados?”, son algunas de las palabras con las que Tesone logró someter a Marina y aislarla de toda su familia.

En el caso de Marina el psicópata actuó de la misma manera, al principio todo era muy amable y amoroso, pero luego la relación se fue tornando más violenta. Con engaños y artilugios logró captar la atención y someter también a Marina. En su testimonio resalta que «me trataba muy bien, si tenía algún problema me ayudaba». Pero un día todo cambió. «No salgas a bailar porque ya tenés novio. Que va a pensar la gente de mí, si yo estoy preso y vos salís a bailar». Al principio «todo lo hacía de la mejor manera, los pedidos eran siempre muy amables», pero cuando la respuesta era no, todo cambiaba. El duro testimonio de Marina. Además a Cindi la amenazó con prenderla fuego si lo abandonaba.

Las chicas sufrieron distintos tipos de maltrato, las sometía a permanecer en llamada en el celular para que él pudiera escuchar, desde la mañana a la noche, todo lo que hacían, con quién hablaba, si salían a la calle o no. Las chicas presentaron una denuncia en Fiscalía por hostigamiento que no tuvo una buena recepción en la Unidad de Género. En esta última parte de la entrevista Cindi y Marina cuentan cómo se enteraron por qué «su novio» estaba preso. El escalofriante testimonio de ambas.