Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Tras un largo camino de idas y vueltas -y versiones encontradas- se conocieron algunos detalles del proyecto de reforma laboral que el Ejecutivo nacional intentará aprobar antes de fin de año en el Congreso y luego promulgarla como ley.

Tal vez nadie, nunca sepa que sucedió entre la última reunión del Consejo Directivo de la CGT y el anuncio oficial de este miércoles acerca de que se había logrado un acuerdo entre las partes en la Sociedad Rural, hecho que facilitó la remisión del proyecto al Parlamento.

Fueron 72 horas en las que solo el Gobierno insistió sobre el tema, acompañado por Roldolfo Daer, que reivindicó este jueves -en un medio capitalino- los términos y los puntos del «acuerdo». Faltaron a la cita Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid.

Sin embargo, en disidencia con los triunviros -ese mismo jueves- Pablo Moyano arreció en criticas hacia los puntos que emergieron y negó la existencia de consenso entre la conducción de Azopardo y el oficialismo. La duda quedo flotando. Hubo quienes especularon que se trató de un llamado de atención hacia los firmantes con la intención de que rebobinen el carretel y facilitarles una salida honrosa o simplemente un mensaje directo para que se enteren de que el triunvirato no estaría avalado en sus negociaciones por muchos gremios.

En un primer momento se especuló con que se trataba de una puesta en escena del ministerio de Trabajo, ya que el día de la conferencia de prensa que convocó el ministro Triaca, fue casi desestimada por los popes de la CGT. No obstante, algunas filtraciones daban cuenta de que hubo puntos de la reforma original que habían sido abordados con los sindicalistas,

Días pasados, el titular de la Catt, fue preguntado si la reforma se proponía un objetivo ulteriror, como terminar con el peronsimo no sin antes destruir a los sindicatos, a lo que el dirigente respondió que «es el sueño dorado de los sectores económicos concentrados que se acabe con la resistencia de los sindicatos», y agregó que esto es así, «más allá de sus personajes y conductas -a veces- grises, para ir a lo que el gobierno en este momento llama una economía moderna, es derrotar y poner de rodillas a los sindicatos».

El titular de la cartera Laboral,  Jorge Triaca adelantó que el proyecto de «Ordenamiento Laboral» sería enviado al Senado el viernes, sin embargo ingresó a la 1.01 del sábado mediante expediente electrónico, hecho que obliga a darle ingreso formal por Mesa de Entradas este martes, y posteriormente analizarlo en la Comisión de Trabajo y Previsión de la Cámara alta.

Jorge Triaca, sostuvo la semana pasada que la reforma laboral “no tiene que ver con un régimen de flexibilización, sino de reordenamiento que apunta a la productividad” y aseguró que el moyanismo acompañó la iniciativa.

Con todo y pese a la política de hechos consumados que generó la novedad de un acuerdo en la Sociedad Rural, se sabía que los disidentes de la CGT, el moyanismo, las CTA y el sindicalismo “clasista” confluirán en los próximos días en actos de repudio al proyecto del gobierno.

A todo esto, se suma un nuevo actor que se opone al proyecto de reforma laboral, se trata del líder de la Corriente Federal de Trabajadores, el bancario Sergio Palazzo, quien anticipó que se movilizará junto a Pablo Moyano, en los próximos días.

Palazzo dijo que ha confirmado con «Moyano y los compañeros de la Corriente Federal una marcha nacional contra las reformas que impulsa el gobierno».

El camionero y secretario Gremial de la central de trabajadores que tiene su sede en calle Azopardo, afirmó que se comprometió desde su secretaria «junto a muchos gremios que están en la CGT, a acompañar la movilización en contra de la reforma laboral», manifestó Pablo Moyano.

La reforma

La iniciativa fue denominada “de Ordenamiento Laboral” y establece reglas para la regularización del trabajo no registrado; los trabajadores profesionales autónomos económicamente vinculados; los trabajadores tercerizados; una baja de litigiosidad; un aumento de la productividad; licencias por paternidad; formación laboral continua; y dualización de la enseñanza.

El proyecto hace hincapié en sus fundamentos en la existencia de 12,2 millones de trabajadores registrados, y que entre enero de 2016 y agosto pasado, unos 279 mil trabajadores se incorporaron a la economía formal y se han acumulado 16 meses de crecimiento consecutivo del empleo registrado.

A poco de conocerse el texto, circuló entre fuentes allegadas a Azopardo un cuadro de especificaciones en las que se consigna las diferencias entre el proyecto del oficialismo y su modificaciones luego de la negociación entre las partes.

Fuera de toda especulación y ajustándonos a las fuentes, la síntesis de los cambios circularon en estas dos placas que compartimos: