Por Andrea San Esteban

Después del fracaso de la propuesta presentada en el mes de diciembre del 2017, por el presidente de Brasil Michel Temer y el presidente argentino Mauricio Macri, en la Organización mundial de comercio, con el fin de lograr un acuerdo de libre Comercio, algunos analistas sostienen que este mega decreto de más de 80 páginas, viene a ser la continuación de aquellas propuestas.

Si bien el decreto trata numerosas cuestiones, en una primera lectura se comprende que la apertura importadora se profundizará hasta colocar en una situación extrema a distintos rubros de la industria argentina, especialmente acería, textiles y juguetes.

Cuestionamiento de legalidad

Según el abogado constitucionalista Eduardo Barcesat, “el Gobierno Nacional acaba de avasallar las compuertas de la división de poderes mediante el dictado, inmediata publicación y entrada en vigencia del Decreto 27/2018, groseramente denominado “Desburocratización y Simplificación”.

Y agrega es “un decreto nominado como de “necesidad y urgencia”, que invoca, pero no cumplimenta los recaudos establecidos por el art. 99, inc. 3º de la C.N.Recordemos el texto de esta norma, en cuanto aquí concierne: “…El Poder Ejecutivo no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlo, conjuntamente con el jefe de gabinete de ministros…”

El decreto legisla sobre la apertura de importaciones para una larga lista de productos industriales que hasta el momento debían tramitar la llamada “licencia no automática”. Específicamente electrodomésticos y textiles, destacándose que cualquier pedido de importación para este tipo de artículos tendrá el visto bueno de la aduana.

Entre los productos a los que se les abre la frontera y compiten con la industria nacional, se encuentran estufas, calefactores con sus repuestos, ventiladores, heladeras, aires acondicionados, lava vajillas y licuadoras, algunos denominados línea blanca de origen argentino. Se complica también el sector textil, juguetes y calzado ya que ingresarían al país, provenientes de los países del sudeste asiático, productos de similares características que los nacionales.

Super poderes

Uno de los contenidos que mayor polémica genera este decreto, será la facultad otorgada al director del Anses, Emilio Basabilbaso, para manejar el fondo de garantías para el sistema jubilatorio, que asciende actualmente a 1billon de pesos. El cual podrá disponer de las inversiones en forma indiscriminada y que hasta ahora estaban acotadas por ley.

De esta manera podrá vender todas las acciones de las principales empresas que actualmente tiene el Estado en su dominio a causa de la estatización de los Fondos de pensión, producida en la década pasada, que ahora podrán ser recompradas por las mismas empresas a un precio diferente del valor de mercado.

Este era un viejo anhelo de las grandes corporaciones que manejan el mercado interno argentino, para quitar todo control del Estado, sobre su accionar empresario.

Por último, trae preocupación la posibilidad de embargar la cuenta sueldo de los trabajadores que hasta aquí eran inembargables y que facilitará a los acreedores a tomar esos fondos.