Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Muchas veces escuchamos hablar de la matriz energética de un país, y cuando indagamos para saber de que se trata nos encontramos que la matriz energética, refiere a una «representación cuantitativa de toda la energía disponible, en un determinado territorio, región, país, o continente para ser utilizada en los diversos procesos productivos. Un concepto semejante es el de Oferta Total de Energía Primaria (Otep), usada por ejemplo por la Cepal».

Conclusión dialogó con el contador Carlos Andrés Ortiz, quien además es máster en gestión de la energía, con la intención de que nos cuente que está pasando con este insumo, de vital importancia para la producción industrial y la residencial.

Un estudio del Consejo Asesor de Estrategia Energética de la Secretaría de Energía de la Nación, estableció que la matriz energética argentina presenta como «rasgo estructural una alta concentración en los hidrocarburos en sus fuentes de energía primaria, ya que el 87,2% de la oferta total de energía primaria proviene de los combustibles fósiles, correspondiendo un 51,3% al gas natural, un 34,7% al petróleo y el 1,3% al carbón mineral. Mientras que el 12,8% restante proviene de la energía hidráulica (4,6%), la energía nuclear (3,0%), leña y bagazo (2,1%), el aceite (2,5%) y otros recursos primarios (0,5%).

Con la intención de generar un desarrollo sustentable y de «impulsar políticas tendientes a diversificar la matriz energética, en los últimos años se han sancionado en el Congreso de la Nación, una serie de leyes vinculadas al desarrollo de energías renovables, que imponen una serie de objetivos, mecanismos de promoción y fundamentalmente, reconocen que las energías renovables forman parte activa de la problemática energética del país y que deben ser objeto de impulso para diversificar la matriz».

Sin embargo, a pesar de los objetivos que persigue la nueva legislación aprobada, los últimos análisis efectuados por el Observatorio de la Energía, la Tecnología y la Infraestructura para el Desarrollo (OETEC-ID) indican que el consumo de gas a nivel nacional para el primer semestre cayó un 1,3% interanual; en electricidad, la retracción fue del 1,9% comparando el período enero a julio (inclusive) con igual del 2016. En ambos casos, el sector más perjudicado fue el residencial: -18% y -4,5%, respectivamente, lo que indica que esta retracción incide directamente en el nivel de desarrollo humano.

«Hay una fuerte y positiva asociación entre el consumo energético y el Índice de Desarrollo Humano de las naciones en desarrollo», define Naciones Unidas. Si vemos el retroceso en el consumo de energía no estaríamos alejando de «tener una vida larga y saludable, adquirir conocimientos y disfrutar de un nivel de vida digno», según lo caracteriza la ONU.

Es necesario entonces, más allá de las cifras compartidas, profundizar algunos puntos que indicarían hacia donde esta orientado el país en materia productiva y que proyecto de Nación se fue diseñando con las nuevas medidas político-económicas que adopto la administración del presidente Macri Macri.

Te compartimos el video para que te enteres que nos dice Carlos A Ortiz de que pasa en Argentina con la energía:

Cabe señalar que las mayores distribuidoras de energía de Argentina son Edenor, Edesur y Edelap.

Para el especialista en energía, Carlos Ortiz, «el gobierno trabaja para la disolución nacional, todos los indicios permiten ver que en Argentina se está aplicando una version remozada y acentuada del plan Morgantheau, pergeñado entre 1943 y 1944 por el secretario el Tesoro de estados Unidos por Henry Morgenthau hijo para vengarse de Alemania y Japón, que buscaba desarticular a esos dos países sumergiéndolos en la miseria».

El especialista en energía, Carlos Andres Ortiz, dijo a Conclusión que en Argentina se esta aplicando «calcado pero acentuado, destrozar impiadosa y rapidamente todo el sector industrial, desarticular la tecnología y lo que quede que sea extranjero, es decir satélites, la tecnología hidroeléctrica y nuclear, y las investigaciones del Conicet frenando las investigaciones».

Ortíz, dijo que a esto se le agrega «la desarticulación social mediante la implementación de medidas económicas que masifiquen la desocupación que reduzcan los salarios de miseria par que no haya mayores expectativas, y que sea masiva y generalizada para que no se pueda salir, con desorden político».

En el plano educativo, el gobierno persigue «destruir las escuelas técnicas como se hizo en el menemato o de la ruato, se vuelve a eso, limitación del acceso a la universidad para que el pueblo no pueda enviar a us hijos a estas casas de estudios».

En materia productiva, «se propone el encarecimiento del sector financiero para que no haya crédito posible, favorecer la actividad financiera y no la producción. Aplastar la industria nacional mediante la importación de productos que también se fabrican en el país y endeudarnos para mantenernos subordinados a los poderes internacionales» y «tras estas aberraciones, dejarnos en la misma situación que en 2001, cuando nos propusieron canjear deuda por territorios argentinos».