Por Aldo Battisacco

El fin a las retenciones petroleras llegó con aumentos en los combustibles. Después de 15 años se suspendió el cobro de derechos a la exportación de crudo, el gas de petróleo y carburantes. El impuesto eliminado se cobraba desde 2002 y los derechos representaron un 3% de las ventas totales, con 1.752 millones de dólares hasta noviembre de 2016. Días pasados se conoció que desde la cartera de Energía se decidió subsidiar con 16 mil millones de pesos a las petroleras. Y con 3.000 a las gasíferas.

Si bien el ministro de Energía, Juan José Aranguren, defendió este martes la suba en los precios de los combustibles al manifestar que «las naftas aumentaron pero por debajo de los precios de la economía», nadie duda que el impacto en la economía cotidiana tendrá sus consecuencias.

Conclusión dialogó con el vicepresidente de la Federación de Transportadores de Argentina (Fetra), Pablo Angolanti, y con el titular de la Asociación Empresaria de Rosario, Ricardo Diab, para evaluar cual será el impacto del incremento de los combustibles en la economía de los santafesinos.

El vicepresidente de la Federación de Transportadores de Argentina, Pablo Angolanti, dijo a este medio que “no hay muchas vueltas para darle al tema porque el transporte de granos y subproductos como también como cualquier producto, pega de lleno en los productos transportados y en los costos para transportar como empresa”.

Según el transportista, “uno de los insumos que mayor incidencia tiene en el costo de las flotas de transporte es el combustible, que hoy llega al 35% y sumarle un 8% dispara el valor del flete ubicándolo cerca del 40%».

Angolanti contextualizó el momento de la región productiva en el marco de las inclemencias climáticas y afirmó: «Por estos tiempos se agrava con el fenómeno del Niño, porque se complejiza transitar caminos rurales en la zona núcleo, es decir toda la pampa como región que comprende las provincias de Buenos Aires, Santa Fe , Córdoba, Entre Ríos, Chaco y parte de La Pampa, es donde se registra la mayor concentración de producción transportable”.

Puntualmente y a título de ejemplo indicó que cuando los camiones deben «ingresar al campo y hay que sacar 15 o 20 mil kilos tenemos que hacer dos viajes para el traslado a puerto y esto hace que se consuma el doble de combustible».

Para el vicepresidente de Fetra será «necesario trasladar el incremento a fletes porque ya no hay margen para absorber esta incidencia, más en un contexto complicado por el tiempo de lluvias, si bien tomamos como sociedad referencia ahora, desde hace un año que tenemos conciencia en el sector de l que esto representa, porque cuando se producen situaciones de esta naturaleza se magnifica todo», acotó.

Por último, Angolanti sostuvo que «es imposible no trasladar al flete el incremento, estamos en el límite y no se puede trabajar a pérdida, toda la cadena alimenticia y la diversidad de insumos transportados generará una suba de la inflación en las mediciones futuras. Llegará el aumento a las góndolas, y seguramente encarecerá los productos alimenticios», concluyó.

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Por su lado, desde el comercio, el titular de la Asociación Empresaria, Ricardo Diab, afirmó a Conclusión que “esto repercutirá en el precio final de lo que comercializamos, puesto que para el comercio en líneas generales, toda la mercadería es transportada en vehículos, llámese camionetas o camiones, y esto implica un mayor costo”.

Respecto del impacto, Diab manifestó que “debe ser trasladado a precios puesto que representaría una pérdida para quien debe costearlo porque los precios ya no aguantan demasiado”.

En relación a la repercusión general precisó que «esto no es nada saludable para el comercio, el incremento de combustibles dan de lleno en los fletes. Todo los productos que se comercializan se transportan sobre ruedas. Incluso el comercio mayorista que debe repartir también sufre la incidencia del aumento, sea esto en forma directa o indirecta”.

«Sera decisión de cada comerciante si traslada o no a los precios, pero si hablamos del presente ya no se puede absorber nada porque la demanda no acepta mucho más precio», especificó.

Finalmente, Diab advirtió que «si bien hay que proyectar mediante un estudio el impacto final que tendrá el aumento en los combustibles, la experiencia indica que si no se traslada alguien lo absorbe, por mínimo que sea , significa un aumento de precio que encarece el producto, o no se aplica y le reporta un déficit para la empres, pero hay que sostener la venta, de todas maneras no es una noticia agradable», remató.