El consumo de carnes bovinas aumentó un 3 por ciento durante julio pasado, respecto del mismo mes del año pasado, informó hoy el Consorcio de Exportadores de Carne Argentina ABC.

Según el informe sectorial, la expansión de la demanda se dio en un marco de incremento de la oferta de cortes en carnicerías y supermercados del país por un alza en la expansión de la producción bovina.

Los datos anualizados de julio arrojan un consumo de 57 kilos de carnes rojas por habitante por año, lo que representa un 3 por ciento más que en el mismo mes del año pasado, precisó el informe del sector.

La producción de carnes bovinas acumulada entre enero y julio de 2017 fue estimada en unas 1.600.000 toneladas peso gancho, lo que representa un incremento del 5 por ciento en la comparación con igual período del año pasado.

La faena de bovinos alcanzó 1.060.000 cabezas en julio de este año, casi un 4% superior respecto de junio.

Durante ese período se recuperó el nivel de actividad luego de la ligera caída que se apreció en junio, indicó el informe y señaló que el promedio diario de faena fue el más elevado de lo que va de 2017.

A partir del último trimestre de 2016, se observó una reversión en la tendencia de la curva de faena, la que tomó un curso positivo para trepar en los últimos meses a un escalón que supera el millón de cabezas.

En los primeros siete meses de 2017, se han sacrificado 7.100.000 bovinos, un 7% más que en igual lapso del año pasado.

Mario Ravettino, presidente del Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas ABC, expresó que el nivel alcanzado es un 3,6% inferior al promedio de la última década, lo que está fuertemente condicionado por el deterioro experimentado en los últimos años.

En relación a los registros de mediados de la década del 2000 (8 millones de cabezas en promedio), el total sacrificado está aún un 11% por debajo, dijo el empresario.