El Banco Central decidió empezar a liberar gradualmente a los bancos argentinos, a partir de enero, de su obligación de destinar una parte importante de su depósitos a préstamos a empresas con tasas de interés reales negativas, revirtiendo una política que venía del gobierno anterior.

La movida reduce el porcentaje de depósitos privados que deberán destinar los bancos a la llamada “línea de inversión productiva”. El monto caerá mensualmente del actual 18% de los depósitos, a 16,5% en enero y finalizando en 0% en diciembre de 2018, según lacomunicación “A 6352”, publicada el viernes.

De esta forma, el presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, cumple con su promesa de dar fin al crédito subsidiado. “Entre los muchos cambios culturales por hacer, necesitamos desterrar de nuestro léxico de política económica este concepto de crédito subsidiado, cuyo único logro es mantener el sistema financiero en la postración”, había dicho Sturzenegger en agosto, ante ejecutivos, durante un evento en la Asociación Empresaria Argentina (AEA).

La línea había sido lanzada por el BCRA en 2012, durante el gobierno de Cristina Kirchner, con el fin de que los bancos asistan al sector productivo y estimulen la actividad económica, señala Bloomberg.

Por esta regulación hoy las entidades están forzadas a volcar casi una quinta parte de los depósitos privados en créditos para empresas -especialmente pequeñas y medianas- a tasas de interés cercanas al 17% anual. Esto se compara a una inflación anual del 24% en septiembre, y la tasa de referencia de política monetaria que este martes subió a 28,75%.