La volatilidad y la incertidumbre parecen haber viciado, por ahora, todo el panorama financiero local, con un dólar que ya superó la barrera de los 20 pesos, un valor aun bajo para algunos sectores de la economía, una industria que parece arrancar con el freno de mano puesto y un consumo que si bien repunto no logra alcanzar niveles de años anteriores.
En ese marco, un análisis del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), una asociación que nuclea a poderosos bancos y financieras globales, estimó que Argentina y Turquía están entre las economías emergentes más débiles y vulnerables.
Según el análisis de ese organismo, este escenario se debe a una alta volatilidad y altas tasas de interés que afectan a los mercados internacionales.
Analistas del Institute of International Finance (IIF), en una anterior conferencia. Es una asociación empresarial que nuclea poderosos bancos y entidades financieras globales.
En ese marco, si bien el peso ya se devaluó un 56% frente al dólar en los últimos tres años y la lira turca un 34%, sendos países podrían ser vulnerables debido a sus déficits de cuenta corriente (diferencia entre exportaciones e importaciones), afirmaron analistas del IIF.
«Argentina y Turquía tienen monedas que, a pesar de las recientes caídas, aún podrían estar significativamente sobrevaloradas», sostuvieron.
Si bien las bolsas mundiales se recuperaron de la ola de ventas de principios de febrero y los bonos del Tesoro de Estados Unidos de referencia parecen haberse estabilizado recientemente, la volatilidad podría no haber terminado, según IIF.
Esto se debe en parte al escenario económico del país del norte, en el que existe un fuerte estimulo fiscal junto con un mercado laboral ajustado y una economía en expansión, que empuja la inflación y las tasas hacia arriba, efecto que complica a Argentina al encarecer su financiamiento, fuente principal de ingreso de divisas.
«La situación subyacente sigue sin resolverse, en parte porque los mercados están tratando de ponerle precio a un escenario de sobrecalentamiento en Estados Unidos, uno que podría implicar rendimientos marcadamente más altos a largo plazo», afirmaron.
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