El precio del litro la nafta súper subirá al menos unos 91 centavos en marzo y el del gasoil escalará 47 centavos como consecuencia de la entrada en vigor de la Reforma Tributaria, proyectó un especialista.

En análisis, realizado por Cristian Bergmann, especialista en energía, consultor de empresas y docente universitario, indica que el precio de venta al público del Gas Natural Comprimido (GNC) podría bajar unos centavos.

Bergmann explicó que la Reforma Tributaria simplificó el sistema impositivo sobre los hidrocarburos, pasando de cuatro tributos a sólo dos: Impuesto sobre los combustibles líquidos y al dióxido de carbono (ICL) y el Impuesto al dióxido de carbono (IDC).

Uno de los principales cambios consiste en el desacople del impuesto sobre el precio de venta, apuntó Bergmann al sitio especializado surtidores.com.ar.

Antes de la reforma la alícuota se aplicaba sobre el precio en planta de despacho, configurando de esta manera la base imponible del tributo; a partir de la promulgación, la nueva ley impositiva da paso al impuesto de suma fija.

A partir de marzo se deroga el Impuesto a la transferencia o importación de gasoil (Ley 26.028), el cual aplicaba una alícuota del 22 por ciento sobre dicho producto. Por ello, el gasoil más económico (Grado 2) que actualmente tributa un 19,1% equivalente a 4,14 pesos por cada litro en marzo pasará a pagar 4,621 pesos, generando una mayor carga fiscal de 47 centavos por litro en la venta al público.

Analizando el nuevo esquema sobre el precio de venta del gasoil, el componente tributario aumenta al 21,3 por ciento, señaló el especialista.

También se deroga el Impuesto Fondo Hídrico de Infraestructura (Ley 26.181), cuya alícuota es del 4 por ciento sobre naftas, y del 7,2 sobre el Gas Natural distribuido por redes destinado a GNC para uso automotor.

Así, el litro de Nafta Súper que tributa actualmente un 24,7 por ciento, equivalente a 6,23 pesos por cada litro, pasará a pagar 7,138 pesos en concepto de Impuesto a los Combustibles e Impuesto al Dióxido de Carbono.

En consecuencia, la relación de los impuestos sobre el precio de venta aumenta al 28,3 por ciento; si esa diferencia de casi 91 centavos por litro se volcara a los surtidores, representaría un aumento del 3,6.

En el caso del Impuesto al Dióxido de Carbono, se mantiene la potestad del Poder Ejecutivo Nacional de incrementar hasta un 25 por ciento el valor de los tributos cuando así lo aconsejen las políticas en materia ambiental o energética.

Bergmann explicó que la nueva redacción no incluye la posibilidad de que el Gobierno los disminuya hasta el 10 por ciento, como ocurría en la ley anterior; este instrumento no está previsto para el ICL.  «En el caso del GNC, ninguno de los dos nuevos tributos alcanza al producto. En el proyecto enviado por el Ejecutivo lo establecía, pero fruto de la negociación parlamentaria se omitió su inclusión. Por lo tanto, la carga impositiva para el GNC disminuirá», evaluó el especialista.