Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

En el marco del debate que se realizó este miércoles para la aprobación en el recinto de la ley de Defensa de la Competencia» o ley anti monopolios, desde la oposición, el diputado Julio Solanas aludió al “doble estándar” del Gobierno nacional, porque “una cosa se dice en el Congreso y en la práctica, hace otra”.

En la misma línea, parece que no todo se circunscribe a la discusión de una sola iniciativa oficial sino que se traslada varios de los proyectos remitidos por el Ejecutivo al parlamento. Tras la sesión especial del miércoles pasado en Diputados – que fue convocada para aprobar entre tantos temas la ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas- Conclusión dialogó con el diputado Rodolfo Tailhade, para consultarlo acerca del porqué de la negativa del Frente para la Victoria para acompañar con su voto la nueva normativa, respondió que “se trata de una ley que puede llegar a convertirse nuevamente en una caza de brujas en el mundo empresario o una discrecionalidad que permita detener personas sin ninguna necesidad de tener procesamientos”.

“Esta ley tiene su proceso, el interés del oficialismo perseguía un solo objetivo, cubrirse de las consecuencias de Odebrecht, por tal motivo incorporó cláusulas específicas que no fueron aprobadas en la Cámara baja y llegaron al Senado con un texto que no lo conformó al Interbloque Cambiemos, ni al FPV, pero la aprobaron así”, dijo el legislador.

En el mismo sentido, Tailhade abundó señalando respecto del trámite que tuvo la ley en el Senado que “se le realizaron modificaciones que mejoraron el proyecto remitido por Diputados -sin embargo- creemos que es insuficiente y por tal motivo nos abstuvimos, porque buscamos la mejor ley y esta no es la ley ideal para perseguir empresarios corruptos”.

Preguntado por este medio porque la norma aprobada no daba garantías para sancionar a empresarios corruptos, el diputado del Frente Para la Victoria, explicó que tenía “un sabor agridulce, porque soy un militante desde mi profesión de la Responsabilidad Penal de la Personas Jurídicas y la verdad es que no, satisface porque lo que se aprobó le facilita a las empresas algunas válvulas de escape muy claras y me parece que esto también permite una discrecionalidad en materia judicial, que puede llegar a convertirse nuevamente en una caza de brujas en el mundo empresario o una discrecionalidad que permita detener personas sin ninguna necesidad de tener procesamientos”.

Finalmente, Rofolfo Tailhade, ante la consulta de cuál sería el objeto de sancionar una ley que podrá ser desnaturalizada por su propio articulado, el legislador respondió que con el “objetivo de perseguir la criminalidad económica y la responsabilidad penal de las personas jurídicas se definió un texto que les permite a las empresas tener salvoconductos y no vemos que esta ley pueda condenar a las personas jurídicas porque ofrece la forma de evadirla y sobre eso van a trabajar los empresarios”.