Por Aldo Battisacco

«Yo voy a hablar con todos y no voy a fracturar el bloque», fue el mensaje de Cristina Fernández de Kirchner a los senadores del Frente para la Victoria- Partido Justicialista.

A pocas horas de que se confirme la voluntad del electorado bonaerense las especulaciones en el Senado de la Nación atraviesan a Miguel Ángel Pichetto y al peronismo en su conjunto sobre los escenarios que deberán abordar si Cristina Fernández de Kirchner logra vencer a la Alianza gobernante y alzarse con una victoria en el distrito electoral más importante de Argentina.

Hacia el interior de la Cámara alta, la posibilidad de cualquiera de las dos opciones tendrá un impacto sobre la capacidad negociadora que hasta estos días tuvo el bloque del FPV-PJ, ya que de asumir Cristina aparece la amenaza potencial que se deprendan diez senadores que darían lugar a la conformación de un nuevo bloque.

En términos legislativos la presencia de un nuevo actor estaría condicionado la conducción de Pichetto si la ex mandataria construye jefatura sobre 12 senadores de los 38 existentes. Puesto que la renovación de dos bancas en cada uno de los siete distritos alcanza más al kirchnerismo que al PJ.

El mayor impacto se dará sin dudas en el caso que la ex presidenta capitalice la mayor cantidad de votos, situación que dará un fuerte mensaje al interior del peronismo, esta contundencia lograría una mayor dimensión y peso específico si se  perfecciona con la asunción del ex canciller Jorge Taina en la Cámara alta.

Sin dudas, la proyección de Cristina con un triunfo se agiganta y luego de octubre sería ella la que estaría en condiciones de resolver proyectar su candidatura presidencial para dentro de dos años. De ser así, los efectos sobre el resto del peronismo y el gobierno resultarían preocupantes.

Hace pocas semanas, algunos gobernadores y el rionegrino Miguel Ángel Pichetto debatieron sobre el retorno a la arena política de Cristina y de que pasos serían necesarios dar para retomar la reconstrucción de una liga que los mandatarios provinciales bosquejaron luego de la derrota de 2015.

El mensaje llegará en octubre y con ello si las expectativas de una renovación partidaria será posible de llevar adelante si la ex mandataria amenaza con su postulación a las presidenciales de 2015.

En términos políticos, emergen algunas señales que no son para desestimar: las palabras del líder camionero Pablo Moyano, quien invitó a votar a cualquiera pero no a Macri; la participación de Juan Carlos Schmid en la marcha de San Cayetano junto a los movimientos sociales y la visita de Héctor Recalde (presidente del bloque del Frente para la Victoria) al sindicato de Dragado y Balizamiento para hablar sobre los riesgos que acarrearía para los trabajadores si el oficialismo toma la iniciativa de proponer una reforma laboral en el parlamento.

Por último, nadie desconoce la proximidad de las dos CTA con Cristina Fernández de Kichner.