Por Florencia Vizzi

«No me voy a quebrar porque esperé cinco años por este momento» soltó Luis Paz, sentado justo en el centro de la sala de audiencias y justo, también, en el  de la más absoluta atención. Y, por momentos, su testimonio se vivió como un especie de catarsis, una catarata de palabras, frases inconclusas, acusaciones directas e indirectas, interpelaciones al Tribunal y hasta interrogatorios a algunos de los abogados. Como un desahogo, palabra que él mismo usó en su declaración. Era la décima jornada del juicio a la banda Los Monos, iniciado hace tres semanas, y casi sorpresivamente,  arrancó con una de las de las declaraciones testimoniales más esperadas desde el inicio de los debates. Luis Paz es el padre de Martín «Fantasma» Paz, cosido a balazos en septiembre de 2012 y cuyo crimen fue el germen de la causa 913/12. En su testimonial, similar a un torrente incontenible, Paz disparó contra todos, señaló a los Cantero como los responsables de «la mitad de los homicidios de Rosario», dijo que «la muerte de su hijo fue un complot que le convenía a todos» y aseguró saber quien había sido el responsable del crimen de Martín aunque no tuviera las pruebas para demostrarlo. Al finalizar su declaración, mientras se retiraba, Lorena Verdún lo acusó a gritos de asesino y de ser quien mandó a matar a Claudio Pájaro Cantero y, minutos después, Ramón Machuca pidió la palabra para responder a sus acusaciones y asegurar haber sido muy amigo del «Fantasma».

Préstamos, vehículos y chanchos

«Con la muerte de mi hijo perdí media vida, la otra media vida me voy a ocupar hasta el último día  de demostrar que mi hijo no se quedó con ninguna plata, mi hijo no le quedó debiendo  un centavo a nadie, a mi hijo lo mataron porque le debían plata. Eso quiero que quede bien claro y aprovecho este momento para desahogarme y decir todo lo que siento».

Luis Paz no se amedrentó en ningún momento. Luego de su espectacular llegada, digna de una producción ciematográfica, con gran operativo policial, alto despliegue mediático, chalecos antibalas y camionetas de unidades especiales, hizo su ingreso cuasi triunfal al Centro de Justicia Penal, luego de ser «exhibido» frente las ávidas cámaras, acto que da cuenta de que este es un juicio que se dirime tanto puertas adentro como puertas afuera del Tribunal. Paz ingresó a la sala de audiencias y antes de ubicarse en el banquillo de los testigos, se tomó el tiempo de atravesar con la mirada a algunos de los abogados defensores, a los acusados, en particular, a Guille y Monchi Cantero y Mariano Salomón, y a la ex mujer Claudio Cantero, ubicada en la parte trasera.

«Yo no sé si es lícito o ilícito, mi hijo prestaba plata, esa era su actividad«, respondió Luiz Paz  al fiscal Gonzalo Fernández Bussy cuando le preguntó sobre la actividad económica que desarrollaba. «Acá y en todos los medios se dijo que mi hijo le quedó debiendo 10 millones de pesos a esta gente. Pero eso no es verdad. Todos le debían plata a él. Aparte de criar chanchos, como criaba con el abuelo, la plata que le sobraba la prestaba. Yo siempre le decía que no le prestara a Lapiana, que no le prestara plata a esta gente ni a los gitanos». Y agregó: «También vendía vehículos, él era así. Un día me llama y me dijo: papá compré una Toyota Hillux a 180.000 pesos, ahora te la voy a mostrar. Y al ratito me llamó y me dijo que ya la había vendido en 240.000. En diez cuadras hizo 60.000 pesos. Él era así, movía plata por todos lados, la que hacía con los chanchos la prestaba, y la de los créditos la invertía en los autos. Así era la actividad de mi hijo».

A cada pregunta del fiscal, Paz se explayaba mucho más de la cuenta, sumaba datos, detalles, anécdotas que ejemplificaban los negocios y caraterísticas de su hijo, y su historia familiar. «Muchas veces le dije: la ambición te va a llevar a mal, te va a llevar a la muerte, y así fue, esto fue un complot, la muerte de mi hijo fue un complot».

En cuanto a qué tipo de gente era la que hacía negocios con el «Fantasma», Paz fue categórico: «Mi hijo andaba con toda clase de gente, buena, mala o regular, No le importaba nada. El prestaba plata y cobraba lo que tenía que cobrar y punto».

Mercedes, el Pájaro, las internas familiares y la sentencia de muerte

«Yo desaprobaba totalmente la relación de mi hija (Mercedes Paz) con ese hombre (Claudio Cantero). Uno de los motivos por los cuales me separé de mi ex mujer es porque me ocultó que salía con él, que tenía tres hijos y una relación conflictiva con la ex mujer. En el 2008 mi hija estudiaba en segundo año de abogacía. Yo le decía; hija, vos todavía estás en condiciones de jugar en primera, sos soltera, estudiás abogacía, no tenés hijos. ¿Cómo te vas a meter con un tipo de éstos? Y por eso le dije que si algún día tenía un problema, que no me viniera a buscar».

Asesinato de Martín Paz

Sobre la forma en que se conocieron Martín y los Cantero, Luis Paz afirmó que su hijo frecuentaba confiterías bailables y que probablemente allí se conocieron. «Este hombre nunca le prestó un centavo a mi hijo. Al contrario, mi hijo le hizo prestar dinero a él por intermedio de Lapiana. Por eso le digo,que cuando lo mataron a mi hijo, les convenía a todos». «Después de su muerte, cuando yo lees fui a cobrar a todos los que le debían nadie me quiso pagar, me decían que ya le habían pagado y me denunciaron por amenazas», se lamentó.

Paz relató que durante todos estos años se dedicó a investigar y a buscar pruebas que después le entregaba a los fiscales. «Me maté para encontrar pruebas. Todos ellos estaban en esa confitería bailable. El Guille Cantero, el Monchi Cantero, toda esa gente que estaba involucrada en esta banda, todos. El día 7 de septiembre tenía firmado ya el homicidio, cuando salió de Jumper. El guille le quedó debiendo una chata que le compró, una Amarok».

Luis Paz también se refirió al BMW en el que viajaba Martín el día que lo asesinaron. «Me acuerdo que le dije ‘¿qué necesidad tenes de comprar ese auto tan fastuoso?’.  Y me dijo que lo había comprado en 70 mil dólares y que lo iba a vender  en 100.000 dólares en 20 días cuando se cansara de usarla. Que se la iba a vender al Guille Cantero. Me dijo ‘se la muestro al Guille y me la compra, si no pueden comprar ni un caramelo por derecha».

Paz se refirió a Machuca en varias ocasiones. En una de las más tensas, giró el sillón en el que estaba sentado para mirarlo: «Después que lo mataron a mi hijo se me rió en la cara. Me vino a saludar a decirme ‘que hacés, como andás’, riéndose. Pensar que mi hijo pensaba pedirle que sea el padrino de la nena. Mire que traición. Por eso yo digo que si le dan 41 años tiene que estar contento, porque en Rosario hay 200 homicidios por año y, no lo puedo probar, pero la mitad son culpa de esta gente. O alguno tiene dudas de que Walter Cáceres fue matado por esta gente».

Luis Paz identificó, bajo la guía de Fernández Bussy, a Mariano Salomón, que «era parte de esa banda», a Máximo Ariel Cantero como «el padre de estos muchachos» y a Mariano Ruiz, a quien llamó «Mentirita».

Sobre Diego Cuello, señaló que fue quien lo llamó a Martín Paz para pagarle una deuda- «Fue el día que lo mataron. Lo llamó a mi hijo y le dijo que le iba a pagar los intereses del dinero que le debía. Él tenía un departamento en calle Viamonte. Mi hijo agarró Corrientes, volvió por La Paz, dobló por Entre Ríos y en 27 de Febrero  lo estaba esperando una moto y ahí lo ejecutaron». Y acto seguido afirmó que Cuello estaba muy vinculado con «esa gente».

Policías: buenos y malos

Cuando lo interrogaron sobre la relación con la policía, Luis Paz sonrió irónicamente. «Averigue en la calle y ahí se sabe todo. Les pasaban información, les avisaban de los allanamientos. «Gracias a Dios hay policías que no son corruptos,pero muchos le pasaban información y se amparaban en el resguardo de la policía».

En relación a los responsables de la Brigada Operativa Judicial, Luis Quevertoque y Ariel Lotito entre otros, Paz dijo no conocerlos pero señaló que se equivocaron en su teoría. «Ni los conozco, no sé si son corruptos o buenas personas. A Lotito lo escuché pero le hago saber que a mi hijo le debían dinero, él no era quien debía,  él no se quedó con la plata de nadie».

Otra vez Lorena

Terminada la declaración de Luis Paz, al momento en que se retiraba de la sala de audiencias, otra vez Lorena Verdún hizo honor a estilo y estalló con improperios contra el testigo estrella. «Caradura, asesino». «Sos un caradura hijo de puta, ¿o me vas a decir que vos no lo mandaste a matar al Pájaro?».

Luis Paz giró sobre si mismo y con una amarga media sonrisa hizo ademán de contestarle, pero no pudo hacerlo, fue retirado de la sala mientras el juez Ismael Manfrín volvía a apercibir a la ex pareja de Claudio Cantero y a su abogada.

La respuesta de Monchi

Luego de la testimonial de Luiz Paz, Ramón «Monchi Cantero» Machuca, pidió la palabra al Tribunal.

«Quiero referirme a lo que dijo Paz, que está convencido que yo soy responsable, el instigador o el ideologo de la muerte de su hijo. Quiero dejar en claro que yo era amigo de su hijo, estuvimos siempre juntos y tuvimos una gran amistad. Yo quiero decir que yo no tuve nada que ver con la muerte de Martín Paz».

«Yo voy a festejar el día que se sepa la verdad, porque ese día va a tener que salir el señor Paz en los medios a decir: disculpame flaco, me equivoqué. Que el señor Paz tome nota que yo voy a llegar hasta el final con la muerte de su hijo, que no se deje llevar por comentarios de la calle, como hicieron esta investigación. Porque hasta ahora no hay un solo testigo que pueda decir yo lo vi, yo estaba ahí».