Un paisaje se repite cada vez más a menudo en la ciudad de Rosario. Un grupo de gente frente a los Tribunales Provinciales, un grupo de gente con caras de sus familiares estampadas en remeras que claman justicia. Un grupo de gente que cuelga banderas o pasacalles, que pinta los nombres de sus hermanos, hijos, o padres y se sientan de a ratos en las escalinatas del Palacio de Justicia a esperar algo que pocas veces les llega.

Este jueves la escena volvió a repetirse y quienes la protagonizaron fueron los familiares de Michel Campero, un muchacho de 18 años baleado por un efectivo de la  fuerza policial, en Granadero Baigorria.

El hecho ocurrrió en enero de 2014. En esa ocasión el joven abordó al comisario inspector Omar Guillermo Dal Lago, que estaba de franco, y a su hijo y le habría robado la mota a uno de ellos. Entonces, ambos salieron a perseguirlos. Durante esa persecución, dispararon a Michel Campero, que recibió el impacto en la pierna, perdió el control y chocó contra un colectivo cayendo al piso y en ese momento fue ultimado con un segundo disparo. Omar Guillermo Dal Lago y su hijo, Omar Jesús Dal Lago alegaron que hubo un enfrentamiento y que actuaron en legítima defensa,  pero al joven le encontraron un arma de juguete y el dermotest le dio negativo.

Expedientes en el laberinto

A más de tres años, la causa tuvo cientos de idas y vueltas, y los querellantes revelaron en repetidas oportunidades las demoras y obstáculos que encontraron en la propia Justicia. La madre denunció que tuvo que «esperar 16 meses para saber cual de los dos había disparado», y que la «legítima defensa no sólo no se contrastó con los elementos acumulados, sino que fue tomada como la única hipótesis válida y se recurrió a ella para fundamentar el sobreseimiento».

En diciembre de 2014, la jueza Alejandra Rodenas sobreseyó a ambos imputados, pero el fallo fue apelado y en 2016, el juez Carlos Carbone revocó el sobreseimiento y la causa volvió a la etapa de investigación. Finalmente, un nuevo magistrado, Delia Paleari en este caso, sobreseyó al hijo y procesó al padre por «exceso en la legítima defensa», a pesar de que el joven habría sido ejecutado por la espalda.

En agosto del año pasado, la causa llegó a la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe y  en ese contexto, a Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, presentó un escrito como Amicus Curiae

Marisabel Bauer, madre del Michel, explicó a Conclusión que el segundo disparo le entró por la cadera y le salió por el homóplato hacia arriba. Ese fue el que le provocó la muerte.»Los dos Dal Lago siempre fueron protegidos en la provincia por jueces y fiscales, sostuvo la mujer, a mi hijo lo asesinaron, no fue un enfrentamiento, fue un homicidio. El dermotest  dio negativo, estuve 16 meses esperando balística para saber quien fue el que disparó y en tres años y medio jamás tuve una respuesta favorable sobre el homicidio de mi hijo´».

Por su parte, desde la APDH informaron que «en el día de hoy se presentó una Amicus Curiae, que es un recurso que pretende contribuir en la resolución de la queja. Michel fue ejecutado, existen pruebas suficientes y eso es lo que relevamos en el Amicus, que hay muchas cosas no han sido consideradas ni tenido en cuenta».  «Lo que pedimos es que se haga Justicia porque esto es un patrón que se repite, la misma policía es la que se investiga, siempre se investiga a las victimas y no a los victimarios.- Además en este caso los dos agentes estaban fuera de servicio, la persecución fue en un vehículo particular y no dieron aviso a la policía que estaba de turno».

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