Elisa Forti, de 82 años, la bisabuela que escalará el Aconcagua junto a un grupo de personas que superaron diversas dificultades a través del deporte, afirmó que jamás pensó “vivir tan intensamente” a su edad y resaltó la importancia de “lo mental” a pocas horas de encarar el desafío.

“Veremos cómo nos trata el tiempo, uno está acostumbrado a correr pero con zapatillas, con un short y una remera”, dijo Elisa en referencia al frío que puede sentirse al subir el cerro Aconcagua, de 6.962 metros, en diálogo con Télam en un hotel céntrico de la capital mendocina.

El frío y la altura parecen ser por estas horas las principales preocupaciones de esta bisabuela nacida en la ciudad lombarda de Como, en el noroeste de Italia, y radicada en Argentina desde los 14 años, que si bien había practicado deportes como voley, tenis y natación, recién a los 72 años comenzó a correr.

Elisa cuenta entre sus hitos deportivos haber concretado cuatro veces el Cruce Columbia de los Andes, una carrera de aventura extrema de más de 100 kilómetros a través de la cordillera. Sobre la clave de sus proezas deportivas, destacó: “pienso que es todo mental porque el cuerpo si lo tenés trabajado, más o menos te sigue”, pero además “hay que gozar de lo que hacés y que no sea un esfuerzo.”