“Dios llama a cada uno por su nombre, amándonos personalmente, en lo concreto de nuestra historia”, dice el Papa, explicando por qué “en el rito de bienvenida” del Bautismo, “preguntamos el nombre del candidato”.

El Bautismo –continúa el Papa– “constituye la vocación personal de vivir como cristianos, que se desarrollará a lo largo de la vida. Y implica una respuesta personal y no prestada, con un “copiar y pegar”. La vida cristiana, de hecho, está tejida a partir de una serie de llamadas y respuestas.

El Papa Francisco continuó su catequesis sobre el Bautismo deteniéndose en la celebración del sacramento y, más precisamente, en el rito de introducción, este miércoles 18 de abril de 2018, en la Plaza de San Pedro.

El Santo Padre también hizo hincapié en la importancia de la señal de la cruz: “La cruz es el signo distintivo que manifiesta quiénes somos: lo que decimos, lo que pensamos, miramos, hacemos, bajo el signo de la cruz, a saber bajo el signo del amor de Jesús hasta el final”. Y el Papa ha vuelto sobre un punto que le es muy querido:

“¿Saben nuestros hijos cómo hacer la señal de la cruz? Muy a menudo, he visto niños que no saben cómo hacer la señal de la cruz (…) Enseñad a los niños a hacer bien la señal de la cruz”.