Por Jennifer Hartkopf
El tren que conecta Rosario con Buenos Aires ya cumplió nueve meses y desde entonces, se transformó en una alternativa para los viajeros. Sin embargo, la estación Rosario Sur todavía dista mucho de parecerse a una tradicional estación de trenes: se encuentra desolada, hay muy poco movimiento a sus alrededores y todo parece haber quedado en el olvido.
“Acá es así durante el día, hay poco y nada. Alguna que otra persona se acerca para hacer una consulta de horarios, pero nada más”, explicó un guardia ubicado detrás de las rejas a Conclusión.
El trayecto a Buenos Aires dura tres horas más que el mismo recorrido en colectivo -6 horas y 45 minutos- y existe sólo un horario para viajar hacia la porteña estación de Retiro -miras a incorporar al menos 5 más- , pero la mayoría de los pasajeros coinciden en algo: el servicio cuesta un 50 por ciento menos que el pasaje de ómnibus, y por eso lo eligen. En promedio, unas cien personas por día utilizan el tren que sale de Rosario, y el mismo número es el que la ciudad recibe en el sentido inverso.
“Por día viajan entre 70 y 80 personas, llegando a los 100 pasajeros sobre el fin de semana o los fines de semana largos. Son muy pocos los que sacan pasaje con antelación, porque siempre se consiguen”, reveló el encargado de custodiar las instalaciones.
A pesar de la ventaja en los costos del pasaje, aún quedan algunos temas pendientes que hacen de la Estación Rosario Sur, un proyecto más que parece quedar en el olvido. Reducir la cantidad de horas de duración del viaje, agregar nuevos horarios y terminar las obras del primer piso de la estación -cafetería y sala de espera-, que siguen inconclusas, son algunos de los temas que están pendientes y que de concretarse, incrementarían en forma exponencial el número de usuarios.
En suspenso
Actualmente hay una paralización de las distintas obras de renovación de la infraestructura de vía en varios de los ramales que ya hace tiempo se viene trabajando. El motivo responde a los atrasos en los pagos de deudas demoradas y de los mayores costos (ajustes por inflación) a las empresas contratistas que tienen a cargo dichas obras, como por ejemplo: el ramal a Rosario en la Línea Mitre y Mar del Plata en la Línea Roca, donde a la vez se estaría suspendiendo al personal desde hace unos meses.
A su vez, las constructoras que venían operando en el ramal de la Línea Roca y en el corredor Retiro-Rosario a marcha lenta desde octubre resolvieron frenar oficialmente las obras hasta que la administración del nuevo gobierno cancele parte de lo adeudado y defina cómo va a encarar presupuestariamente los trabajos pendientes. 
En ese sentido, el nuevo titular de la empresa Trenes Argentinos Infraestructura Ferroviaria, Guillermo Fiad, quien remplazó al anterior, Ing. Ariel Franetovich, manifestó que “hasta mediados de febrero no estará en condiciones de determinar cuál será la planificación y el ritmo de las obras para este año”, por lo que se mantiene el suspenso.
La clave, el precio del boleto
La diferencia de los precios con el viaje en colectivo a Retiro es el argumento que se repite entre los pasajeros.
Abordar la formación en la Estación Rosario Sur cuesta 175 pesos en Primera y 225 en Pullman. En ese momento, la diferencia era de un 30 por ciento respecto del mismo recorrido en ómnibus. Hoy la brecha entre el servicio más barato de colectivos asciende al 54 por ciento. Es que desde el 1º de abril de 2015 a la fecha hubo aumentos en los precios del transporte de larga distancia, pero los precios de los pasajes del tren no se modificaron.
Sin demasiados cambios
Semejante obra de infraestructura generó gran expectativa para los habitantes de la zona. Sin embargo, hoy después de nueve meses de su puesta en marcha, reconocen que el poco movimiento de pasajeros no alteró la actividad comercial como se esperaba. 
Así a pesar de las obras de infraestructura que se realizaron que incluyeron trabajos de pavimentación, alumbrado público, mejoramiento de veredas y desagües en los alrededores de la estación por 18 millones de pesos, la transformación morfológica del barrio no es la esperada, y la reactivación comercial de la zona, según los vecinos, aún no ocurrió. Según dijeron, se debe a los horarios de arribo y partida de los trenes.
“Los horarios de atención al público para la venta de pasajes son recién a partir de las 18, antes las boleterías no funcionan y además, el tren de Buenos Aires llega a la Estación a las 22.35 y parte a las 0.30, cuando a esa hora todos los locales están cerrados, no es horario de comercio”, apuntó a Conclusión uno de los vecinos encargado de un negocio de ropa.
Con todo, habrá que esperar que “los pendientes” se concreten y que la Estación Rosario Sur cumpla finalmente, las expectativas de la ciudadanía.
