Por Santiago Fraga
Babasónicos es una de las pocas bandas del “nuevo rock argentino” de los 90′ que todavía continúan vigentes y agotando localidades por todas partes de latinoamérica. Despegarse de sus raíces, dejar atrás la onda “D-Generación” y apostar más al pop hasta el punto de crear lo que se terminó denominando “rock sónico” les generó muchos detractores, pero los hizo conseguir un éxito inusitado que los colocó en la primera plana de gran parte del continente.
Veinticinco años después, todavía más maduros y aún más cambiados que en aquel joven 1991, el grupo liderado por Adrián Dárgelos continúa renovándose, y es en eso que llega “Impuesto de Fe”, una propuesta en donde adoptan la difícil tarea de reversionarse a ellos mismos.
Conclusión dialogó con Diego ‘Panza’ Castellano, baterista de la formación desde su fundación, en la previa del show que este viernes los Babas darán en el Teatro El Círculo, tras haber agotado localidades en su primera función a fines de agosto.
En la charla, Panza aseguró que vuelven “más entusiamados que antes”, y que están muy contentos con el éxito que está teniendo la gira, la más grande de su carrera, cuando al momento de planearla la perspectiva del año por la situación argentina era “un tanto oscura”.
Impuesto de Fe se presenta para ellos como “una nueva forma de desplegar la música de la banda”, en la que recurren al silencio y “una especie de minimalismo armónico y sonoro”.
Finalmente, habló sobre los cambios de la banda, donde siempre tienen “ganas de hacer algo nuevo” y hay cosas de antes que no quieren volver a hacer ni repetirlas, porque sería “repetirse a uno mismo”. Además habló sobre el pasado, el presente, el futuro y el rock, entre muchos otros temas.
— ¿Qué sensaciones les dejó la última visita a la ciudad y qué expectativas tienen de esta nueva?
— La verdad que en principio el lugar (el Teatro el Círculo) nos sorprendió por lo lindo que es, por cómo se ve todo, y también fue muy grato que se haya llenado, que volvamos a repetir ahora. La verdad que superó nuestras expectativas y estamos más entusiasmados que antes.
— ¿Siempre sienten ese apoyo en Rosario?
— Sí, siempre. Rosario es un lugar bastante clave, como Córdoba, donde siempre vamos y tenemos respuesta de la gente. Lo bueno que estamos ahora con este nuevo planteo de show y en general en todos los lugares que estamos yendo tiene buena recepción, porque es también un experimento toda esta gira, y por suerte está saliendo bien, se van sumando fechas. Cuando la planeamos se dio en una perspectiva de año un tanto oscura, pero por suerte se está acomodando todo.
— ¿Por qué considerabas la perspectiva de este año oscura?
— Un poco porque hay como una saturación del mercado. A la vez hay una crisis económica, hay poco movimiento en general. Pero bueno, vos pensá que armar una gira es bastante complicado, tienen que afrontar el riesgo todo un conjunto de personas, los productores, locales, nuestro mánager, nosotros, y como la gira tiene bastante producción y despliegue, es un show de muchos instrumentos y con un equipo técnico bastante importante, y bueno.Ahora que está siendo exitosa nos da ganas de seguir y de que esto siga por un rato más.
— Justamente decidieron hacer una de las giras mas importantes de las que han tenido.
— Claro, porque tiene como un espíritu romántico de ir a ciudades chicas, a teatros antiguos, porque Rosario es una capital pero vamos a ciudades más chicas como San Nicolás o San Francisco. Estuvimos en el interior de Mendoza, y bueno, vamos recorriendo el país donde se puede y por suerte con buena repercusión.
— Para el que no lo haya escuchado: ¿en qué consiste la propuesta Desde Adentro – Impuesto de fe?
— Impuesto de Fe es como una nueva forma de desplegar la música de la banda. Como que recurrimos al silencio y a tocar lo mínimo posible, una especie de minimalismo armónico y sonoro y eso hace que se generen nuevos espacios a los que no estábamos habituados tanto. En algún momento sí hay pasajes acústicos o más tranquilos en los discos, pero esto es un disco concebido para un show de televisión donde la gente está alrededor de nosotros en un 360 y bueno, era todo un desafío grabarlo en vivo y lo que suena es lo que se tocó ahí. La gira es la puesta en la calle de ese show para tele.
— ¿O sea que para ustedes no lo considerarían un disco de compilaciones, sino algo nuevo?
— Sí, tiene un tanto un sentido compilatorio, como de éxitos o de algo así, pero a la vez armamos como un conjunto de canciones unidas entre sí que es algo nuevo eso en nosotros, y hay un par de canciones nuevas, hay temas inéditos en el show sumados a lo que sale en el disco, así que la verdad que estamos re contentos porque el show es muy dinámico, entretenido de tocar y nunca nos aburrimos. Tocamos todos los días lo mismo pero cada vez con más ganas.
— ¿Fue complicado seleccionar los temas?
— La selección de temas fue muy larga, igual que el desarrollo de las versiones. Nos dimos cuenta que reversionarnos a nosotros es más difícil que hacer música nueva. Porque uno cuando graba un disco ya la mayoría de las canciones o temas sufrieron un montón de versiones y evolución, y en su momento uno decide que es la mejor forma, entonces reformular eso era complicado. Entonces fuimos probando muchas en un par de tandas a lo largo de unos cuatro meses de ensayos y grabaciones más hogareñas y bueno. Fue un trabajo largo, pero por suerte el resultado es bueno.
— ¿Cuánto cambió Babasónicos desde 1991 y cuánto ha cambiado el rock desde aquel entonces?
— Cambió un montón. El rock cambió. El tema es muy largo, pero nosotros en lo musical nosotros hay cosas que no la volvemos a hacer, que no queremos repetirlas, a la vez siempre tenemos ganas de hacer algo nuevo, estamos tratando siempre de generar algo y de sorprendernos a nosotros mismos. Después el rock en general lo veo bastante pobre de ideas nuevas. Lo veo como que ahora tener una banda es como algo muy cotidiano o normal, por lo que hay un montón de bandas nuevas pero me cuesta escuchar algo que me haga parar la oreja.
— Un poco en este sentido te pregunto en base a una entrevista en donde se los titulaba como una banda que negó la vanguardia, ya que no habían seguido el camino de la mayoria de los rockeros sino que experimentaron en otras cosas. ¿Ustedes lo sienten así?
— Sí, porque el día ya que sentís como una especie de seguridad en tu quehacer, como una especie de fórmula que resulta, ya está, ahí se para todo. Sino sos uno que se repite a sí mismo. Pero bueno, a la vez hay toda una trayectoria que tiene un peso y al a vez eso hace que uno quiere cambiar. Es como un ida y vuelta. Uno va acumulando obra y va haciendose más difícil reformularla, y por otro lado la gente se identifica con algún tema y siempre te pide cosas del pasado. Eso nos pasa a todos. A mí me pasa cuando escucho a otro. Pero a nosotros nos pasa que nos gusta siempre en gran porcentaje lo último que estamos haciendo, y le ponemos toda la fuerza en lo que sentimos que en el momento somos. Porque aparte no nos sales más; si vos decis “vamos a tocar temas del primer disco, de Pasto”, no nos sale más, porque tenemos otros instrumentos, otro espíritu. No es lo mismo el primer disco que el último, y nuestra vida va evolucionando así como la información que uno tiene y la experiencia, y a la vez vas sabiendo cuál es el movimiento más certero. Pasaron los años pero siempre hay una inquietud en nosotros de querer hacer algo y que valga la pena.
— Están cumpliendo 25 años de vida. ¿Cómo se sienten en cuanto a fuerzas y qué piensan de cara al futuro?
— Del futuro tenemos una visión bastante inmediata. Estamos pensando ahora en hacer un disco nuevo para el año que viene y después bueno, como te decía antes, uno ya no tiene 20 y pico de años, entonces en un punto hay un camino que ya no nos interesa recorrer y otro que sí, pero digamos que en la esencia de querer comunicar, provocar y lograr el momento musical eso está intacto, o con más ganas porque a la vez ahora tenemos más herramientas. Pero por otro lado tenés el límite de que tampoco el físico te acompaña tanto, o las ganas a veces, porque no te vas a tomar un micro a Jujuy para tocar en un festival. Ya no nos da.
— Pero todavía les queda el resto para hacerlo.
— Sí, siempre hay una manera, y siempre estamos viendo cómo está el entorno. Nos vamos acomodando: podemos y nos acomodamos, y a partir de ahí proponemos. En este caso propusimos y fuimos armando la gira para presentar este concepto, y en otros momentos que estamos entre disco y disco nos ofrecen de ir acá o allá y vamos, y van saliendo cosas, y después cuando estamos medio desocupados nos ponemos a hacer un disco. Es como que nunca es igual. Y bueno, por suerte seguimos al pie.
