Por Santiago Fraga

A veces conocido como Nekro, otras como Boom Boom Kid, o también llamado en algún momento Il Carlo, Voom Vaan Kinder o El Principito hardcore. Carlos Damián Rodríguez es un músico, cantante, escritor y compositor que lideró una de las bandas más recordadas del under argentino de los 90′ como Fun People y desde 2001 le da vida a la agrupación homónima a su seudónimo, BBK.

Un hombre crítico con ideales de amor, de libertad y de cambiar el mundo que se ven reflejadas en cada uno de los temas que compuso desde el primer al último disco. Esa misma discografía, junto con algunos temas nuevos, será lo que el Kid presente este viernes a las 21 en el Teatro Vorterix de Rosario (Salta 3519).

boom-boom-kid4Previamente, Conclusión dialogó con Nekro, en una charla donde, entre otras cosas, expuso que lamentablemente canciones como “Sin Color” (un canto contra el racismo lanzado con Fun People en 1995) “tienen cada vez más sentido seguir saliéndolas a cantar”, ya que “el país y el mundo son cada vez más racistas”.

De igual manera, muchas otras de aquellas problemáticas por las que empezó a cantar en su momento y que el cambiarlas se transformó en su tarea todavía no han sido resueltas. Así y todo, cree firmemente en seguir saliendo “a poner color” y promete traer “un arcoiris” a Rosario.

Desde que empecé a tocar hasta ahora hay muchas cosas que están igual, otras cosas por lo menos le encontré la manera de cómo burlarlas, y ahí está, por eso todavía sigo y me dediqué a ser un vagabundo, para no ser una herramienta más de este sistema”; con esas mismas ideas es que canta y se expresa Rodríguez, quien, para poner en hechos su manera de ser, con Fun People supieron autodenominarse una banda “hardcore gay antifascista” para espantar de sus recitales a los boneheads que comenzaron a ir a verlos en la cresta de su éxito.

Finalmente, también se refirió a los niños, a la juventud, y a “la decadencia del imperio de la industria que comercializa la música” que se está dando en estos tiempos.

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¿Qué es lo que se va a poder ver en el recital?

— Vamos a tirar algunas canciones nuevas y vamos a hacer un repaso para los que ya conocen y los que no. Vamos a tocar temas desde el primero para acá. Estamos ansiosos porque estamos yendo a un lugar que nunca fuimos y nos dijeron que suena muy bien. Queríamos tratar de cada vez mejorar el sonido y que todo sea mejor para todos los que vienen a ver. Hace rato que estamos tocando en Pugliese, que está buenísimo, pero bueno, también tenemos esta posibilidad para tocar en Vorterix, el productor Maxi nos lo sugirió y estamos contentos de estar yendo a otro lugar, como perro con chiche nuevo.

Desde aquella primera visita hasta ahora, ¿sigue estando la misma esencia under en Boom Boom Kid?

— Las canciones las sigo componiendo yo, y las cosas que yo escribía cuando era chico, que quería cambiar el mundo en un mundo que desde un punto de vista tiende a ser negativo; pero lamentablemente mis canciones cada vez tienen más sentido seguir saliéndolas a cantar. Lamentablemente lo digo, porque me gustaría dejar de cantar una canción que se llama Sin Color, ¿me entendés?, pero lamentablemente el país y el mundo es cada vez más racista, o se burla de gente que no es de Capital Federal porque son del campo o porque tienen la piel de un color… siempre hay esas cosas, esa cultura de enseñarle a los niños basura si uno no es de este país. Entonces bueno, si vos me preguntas de la esencia… no sé, pero yo sigo haciendo canciones que para mí tienen algo que decir. Las que no, no; por ejemplo, había una que hablaba del servicio militar obligatorio y ya no la canto más porque no tiene sentido, aunque me guste la melodía de la canción. Capaz le cambie la letra así la toco.

boom-boom-kid3¿Cómo ves vos ahora el contexto social actual? Los jóvenes y un poco el papel que juegan ustedes.

Cuando veo el día nublado para mí siempre está el sol. Yo veo que hay todavía mucha chusma… y una cosa es la chusma y otra cosa es la gente. La gente tiene todavía ganas de que salga el sol, de que las cosas estén mejor, y los niños vienen aún mejor; son como el amaranto, que no se deja intervenir. Y eso estoy viendo: la soja si puede intervenir, pero el amaranto no. Eso es un poco, como que el ser humano está volviendo a sus raíces salvajes y no se está dejando cambiar; los niños vienen de una manera diferente, y creo que parte de la juventud también. Nosotros estamos ahí, viendo qué hacemos y cómo le ponemos el pecho a lo que pasa todos los días para que el sol salga.

¿Y políticamente?

— Desde 1800 todo ha igual. Siempre mandan los mismos partidos, con diferentes caras, se mezclan entre ellos. En realidad, los negociadores de siempre, los que manejan a este sistema, a esta mentira, hacen lo que quieren, siempre está igual. Entonces no veo ningún cambio. Pero bueno, por suerte uno siempre encuentra maneras de entrar y salir, y no salir o entrar manchado ni estar totalmente atado o pegado de esa sociedad.

boom-boom-kid-01En relación con aquellas primeras letras, ¿ahora las pensás como adulto o cómo tomás esta etapa?

— Mis letras siempre hablaron de amor, del deseo de más oxígeno, de más libertad, y hablan todavía de lo mismo. Las cosas que me preocupan lamentablemente todavía están ahí, no están resueltas y por eso salgo a tocar, e insisto aún más, como esos libros que no caducan. Las canciones lamentablemente me gustaría que caduquen, pero no, porque todavía quiero más libertad, más amor, más oxígeno, y creo que es lo que queremos todos. Eso va de la primera canción hasta la última que compuse, de diferentes maneras, algunas muy explícitas y otras no tanto, hay que encontrar más ahí porque también hay algo si se le busca, de una manera que es algo que se le puede llamar arte por así decirle.

¿Cuáles son los proyectos futuros?

— Estamos laburando en un disco nuevo. No sé cuándo va a salir, pero estamos en eso. Por el momento ahora lo que más me copa hacer, más que sacar discos, porque tengo grabadas como 400 canciones y como son muchas y dicen muchas cosas, es salir a cantarlas. Porque como no tengo repetidoras en la radio entonces las tengo que salir yo a repetir. Y por eso estoy volviendo a Rosario, porque me parece que de cierta manera aún tengo que salir a poner color, y a eso voy, así que preparense porque llevo un arcoiris.

Estuvieron de gira por muchos lados, Japón por ejemplo, ¿cómo es ir a tocar en una cultura tan distinta?

— Hermoso. Como salir de donde uno está. Cuando uno abre la puerta se abre a la aventura, y a mi me gusta eso. También tengo una necesidad de hacerlo que me hace bien y lo disfruto. Reconozco cuál es la tarea que vengo a hacer acá y cuando uno la reconoce y está feliz de llevarla a cabo la vive con mucha alegría. Me encantaría que el mundo cambie, y seguramente cuando eso pase, que va a pasar, de a poco va a pasar, los cambios no son radicales, llevan mucho tiempo, desde que empecé a tocar hasta ahora hay muchas cosas que están igual, otras cosas por lo menos le encontré la manera de cómo burlarlas, y ahí está, por eso todavía sigo y me dediqué a ser un vagabundo, para no ser una herramienta más de este sistema. Pero nada, acá estoy, vivo dentro de él, pero no estoy muerto.

¿Cómo fue desde un primer momento manejarse de manera independiente, intentar meterse desde ese otro lado del sistema, y mo es hoy con las redes y las nuevas formas de difusión?

— Yo todo lo hice con mucha alegría, cada paso que daba o cada cosa que hacía. Hay muchas personas que se fijan en cómo la música llega a ser grabada. Las personas se fijan en los músicos porque firman un contrato y dicen que son “vendidos”. Pero no me encontré jamás con una persona que de repente le diga a un cantante de rock que pegó una canción, firma un contrato con una sola compañía, termina el contrato en el final de su vida y después anda por ahí en nekroel campo o lo que sea, en su vuelo. Las personas que le han gritado a ese músico “vendido” son personas que viven en la ciudad, como uno, y firmando 50 mil millones de contratos como el de teléfono, el del colegio de los nenes, el del alquiler, mil millones de contratos. ¿Entonces, quién es el vendido? ¿Un tipo que firmó uno o dos contratos en su puta vida, o el que está gritando? Son los dilemas. Si vos me preguntas cómo eran las cosas antes… No sé, yo siempre viví con la idea de que quería ser libre, y eso me motivó a mí para llevar a cabo mi propio sello (NdR: Ugly Records), y tratar de hacer mis cosas con mis amigos. Hoy por hoy las cosas para la difusión están mucho más fáciles, cualquier disco que conozco cualquiera lo puede tener digitalmente, y eso está buenísimo. Me encanta toda la nueva manera de cómo se dan estas cosas, y me gusta la decadencia del imperio de la industria que comercializa la música, que está pasando ahora.

Ademas de los mensajes que das en cada una de tus canciones, ¿hay alguno que sientas más importantes para aquellos jovenes que te escuchan?

— Mis canciones hablan de amor, de más oxígeno, pero no salen a la calle como consejos, porque yo no tengo claro nada, estoy buscándome aún, día a día. Lo que aprendí ayer hoy cambié tanto que casi no sé nada. Me doy cuenta que cuando más sé, más nada sé. Entonces yo no soy nadie. La persona que toma una canción mía como un consejo de algo… y, yo que sé sé, me parece que el consejo primero va a ser “abrazá un árbol, dispersáte, tomá sol, tomá más agua”; te puedo decir eso, son cosas sanas y vivas, que no tienen maldad y que no le hacen mal a nadie, pero yo no soy quién para dar consejos, yo quiero consejos. Pero por eso tomo sol, tomo agua, me relajo, trato de vivir suave y nada más.

Foto:  MateusMondini