Por Santiago Fraga
Seas o no fan de ella, es más que seguro que alguna vez hayas cantado o escuchado canciones como «Corazón Salvaje«, «Te está pasando lo mismo que a mí«, «Una y otra vez«, «Luz del cielo» o «La Fuerza del Engaño«. Marcela Morelo es una auténtica creadora de hits y una cantautora con una enorme trayectoria en la música latina.
Con una original mezcla de ritmos entre el pop latino y el folclore argentino, desde fines de los 90′ comparte su música por todo el mundo, habiendo sido distinguida tanto en Argentina como en España.
«Espinas y Pétalos» es su nuevo disco, el noveno de su carrera, y este viernes lo presentará a las 21 en el Auditorio Fundación Astengo, en el marco de una gran gira nacional.
Previo al show, Morelo dialogó con Conclusión, donde contó un poco sobre esta nueva producción, la gira, sus sentimientos para con Rosario y sobre el amor, una arista que traza todo el disco y gran parte de la trayectoria de la artista.
— ¿Qué es lo que nos vamos a encontrar en Espinas y Pétalos?
— Es el noveno disco que tengo. Iniciamos una enorme gira por gran parte del país y lo bueno es que la anterior semana empezamos en Río Cuarto y estuvimos todo el fin de semana tocando. Es una gira con nueva música, nuevo disco, y estamos muy contentos de haber podido movernos, de haber podido salir, de poder seguir haciendo música, de encontrarnos con un público siempre con ganas de escuchar y de pasar un buen momento así que estamos muy entusiasmados con esta gira enorme, de la que antes de Rosario fuimos a Córdoba, Tucumán, Santiago del Estero; largos viajes y está muy bueno esto.
— ¿Recuerdos de Rosario?
— Por supuesto. Fui muchas veces, también conozco mucha gente de los medios. Hace ya 20 años que voy permanentemente cada vez que saco un disco, a tocar, tocamos en varios lugares, en la fiesta de las colectividades, en varios teatros, en el casino, o sea que siempre estamos yendo y siempre es muy hermoso.
— ¿Qué significa Espinas y Pétalos, qué quisiste expresar?
— Espinas y Pétalos para mí es la vida misma. Es transitar este camino, el que nos toca a todos, entre espinas, pétalos, luz, sombra, aciertos, errores, y el resumen es que para mí así es la vida.
— ¿Y musicalmente sentís que es una nueva etapa o viene relacionado?
— Viene relacionado con todo lo anterior porque nunca dejo de ser yo, pero ya transcurrieron cuatro años del último disco, El Club de los Milagros, y después de esos años la verdad que pasaron cosas muy inspiradoras en mi vida que me pudieron hacer expresarme con estas canciones nuevas. Pero por supuesto que siempre yo hablo del amor, que para mí es la herramienta más poderosa que tenemos.
— El amor es una de las temáticas que más rodea a las canciones del disco. ¿Cómo concebís al amor? ¿Qué es para vos?
— Para mí es todo. El poder tener conciencia como raza humana de poder sentir el amor en su máxima expresión dentro de uno. Como cuando te acaricias el pecho y sentís que te duele, o sentís un calorcito, o un miedo; todo eso se siente en el corazón o en el pecho. Ese sentimiento es el que nos rige y nos une a todos, más allá de todas las diferencias que podamos llegar a tener. El amor es la herramienta que todos tenemos. Ahora, después cómo se utilice, bueno… es otro tema. Pero no existe el amor sin odio, el pétalo sin la espina, y así vamos surfeando. Por eso yo prefiero agarrar esa herramienta para luchar, que lo plasmamos en las canciones.
— ¿Sentís que falta amor en Argentina?
— Todos estamos en busca de encontrarnos con alguien que te acompañe, que lo sientas a la par, que podes emprender cosas, que podes soñar juntos, que podés tener una mirada cómplice, pero se tienen que dar muchas cosas para que suceda algo entre los humanos; o se enamoren, o lo que sea, y en todos los aspectos. No me refiero a sólo enamorarse, sino el amor hacia los padres, hacia los hijos. Es algo muy grande.
— ¿La grabación del disco cómo la has vivido?
— Fue muy relajado la verdad. Fue muy lindo el proceso porque fue estar bien adentro. Meterme yo para adentro para poder sacar los sentimientos que quería decir en las canciones, y después lo que fue la etapa de grabar, de terminar las canciones, estar con los músicos, los arreglos, estuvo muy bueno el proceso de grabación porque aparte yo grabo en mi casa, tengo mi estudio acá, entonces es estar ahí constantemente y trabajando. Fue muy lindo y espero que toda esa energía se pueda escuchar.
