¡Sorpresa y media! Esta mañana los empleados de la empresa General Motors fueron a trabajar como de costumbre. Sin embargo, al llegar a la planta ubicada en la vecina localidad de Alvear, no pudieron ingresar como siempre sino que debieron someterse a un riguroso control por parte del personal de seguridad.

Según informó a Conclusión uno de los afectados, al llegar al lugar de trabajo les exigían mostrar sus credenciales de pertenencia a la empresa para determinar si se encontraban o no en la lista de los 350 operarios suspendidos. Rejas y vallados completaban el panorama, evitando que los trabajadores accedieran al molinete de ingreso electrónico.

Todo comenzó el pasado miércoles cuando General Motors (GM) anunció a sus empleados que suspendería a unos 350 operarios durante nueves meses debido a la caída de ventas de unidades en el mercado interno y a Brasil.

La fuerte caída de la demanda brasileña por la recesión que afecta al gigante sudamericano es la causa principal de la crítica situación que atraviesa la planta de GM en Alvear, ante un mercado local que rebotó pero aún se muestra débil.

Alvear: General Motors suspenderá a 350 trabajadores durante nueve meses