Por Santiago Fraga y Candelaria de la Cruz

Este miércoles distintas organizaciones políticas, sociales, movimientos de mujeres y rosarinos en general renovaron el pedido de “Ni Una Menos por violencia de género” mediante una serie de actividades y una marcha multitudinaria que comenzó en la Plaza San Martín y finalizó en los Tribunales Provinciales, recordando principalmente a Micaela García, violada y asesinada el pasado 1 de abril.

En un reiterado pedido de justicia por “Mica”, por la toma de conciencia, el actuar del Estado y por el cese de los femicidios, referentes de distintas agrupaciones participaron desde temprano de diversas expresiones artísticas entre las cuales se pintó un mural de la joven en la plaza de los Derechos Humanos en la Ciudad Universitaria.

Con pancartas, cantos y al grito de “Ni una menos, vivas nos queremos”, las actividades finalizaron con una multitudinaria marcha que tuvo como punto de encuentro la Plaza San Martin.

Durante la movilización, Eugenia Rodríguez, representante de las mujeres del Movimiento Evita, recordó a Micaela García, quien era militante de la agrupación y manifestó sentir «dolor, indignación y bronca». 

En diálogo con Conclusión la joven militante expresó: «El femicidio de Micaela da rienda de los responsables directos que hay en estos sucesos. Además del femicida, estamos hablando de una justicia que actúa directamente como cómplice y responsable indirecto» y remarcó «Vamos a tratar de transformar este dolor en lucha y organización. No sólo como mujeres de Evita, sino con todas las organizaciones porque queremos que unidas vamos a hacer el cambio cultural que se requiere y que se necesita para combatir la problemática de la violencia de género y para visibilizar».

Por otro lado, Virginia Grisolía del Frente de Izquierda y representante de Pan y Rosas indicó: «Estamos nuevamente en las calles, es importante que seamos cada vez más, los casos siguen creciendo, son dolorosos y también generan mucha furia y mucho odio. Nosotras seguimos pidiendo por la responsabilidad de los gobiernos, desde el 2015 existe “Ni Una Menos” en Argentina y todavía no se ha tomado ninguna medida sobre la violencia machista que sufrimos las mujeres.

«Hoy marchamos por Micaela, pero sabemos sabemos que tenemos que seguir organizadas para ser muchas más. Sabemos que la violencia es parte de un estado patriarcal capitalista y contra eso vamos, pero mientras tanto le vamos exigiendo a todos los gobiernos. Necesitamos el presupuesto para una ley contra la violencia de género para que dejen de matarnos», concluyó.

En ese sentido, Majo Gerez, referente del colectivo feminista de la agrupación Mala Junta-Patria Grande, aseguró que «seguirán en las calles» y «redoblarán la apuesta». «No nos va a ganar el miedo, no nos va a ganar esta pedagogía de la crueldad que se impregna en nuestros cuerpos cada vez que violan o matan a una mujer y estamos convencidas que queremos cambiar el mundo».

«Nosotros sabemos que ni más cárcel ni mas punismos es la respuesta porque el código penal no da respuesta a la realidad de las mujeres, las lesbianas y las trans, sino que opera una vez más que la violencia patriarcal ya se impregnó en nuestros cuerpos, nosotras queremos políticas para la vida, políticas integrales, políticas públicas que tiendan a la protección y a la prevención de las mujeres y también buscamos a la sociedad en su conjunto», subrayó. 

Finalmente, la militante feminista se refirió a los hombres y pidió: «Si realmente los conmovió el femicidio de Mica, empiecen a cuestionar los privilegios que siguen detentando por sobre el de las mujeres, que rompan esos pactos de complicidad. No toso los hombres son violadores y maltratadores pero es momento de que entre los varones empiecen a marcarse la cancha, que dejen de mirar para una costado, que rompan las complicidades machistas que todavía se siguen perpetuando».

Por último, el Concejal por el Movimiento Evita, Eduardo Toniolli opinó desde su mirada como hombre y señaló la importancia del «acompañamiento». «A nosotros nos toca trabajar para cuestionarnos a nosotros mismos, para cuestionar la sociedad de la que formamos parte, desde el Estado y trabajar en la búsqueda de soluciones de fondo que tienen que ver con el sistema de justicia, su concepción machista y también con las transformaciones culturales», señaló.

Y finalizó: «El ejemplo más claro que demuestra el empoderamiento de las mujeres se da con la figura de Micaela, ella tenía poco más de 20 años y ya era una militante con compromisos y responsabilidades que entendía y sabía la tarea que llevaba adelante soñando y creyendo en una sociedad más justa».