Parece el título de un policial de Mario Vargas Llosa, el magnífico narrador peruano. Pero no lo es. Se trata de un caso delictivo con el típico sello de Los Monos, la banda tristemente célebre de los narcos rosarinos. Está impune luego de atravesar un juicio oral y público. La investigación de la fiscalía no pudo probar quién lo acribilló a balazos. Era un chico. Hincha de Newell’s. Catorce años de edad. Murió en la guerra sin sentido.

Víctima de las circunstancias .Estaba en el lugar inadecuado en el momento justo. La guerra a muerte entre las facciones de la barrabrava .Querían bajar del liderazgo del paraavalanchas rojinegro a Diego Panadero Ochoa, hoy preso. En la trágica emboscada de aquella madrugada en la autopista Aramburu, frente al barrio Las Flores, lo mataron a Walter Cáceres, quien era uno de los tantos fanas rojinegros que ocupaba uno de los dos ómnibus que volvían del encuentro jugado la noche del 4 de febrero del 2010 frente a Huracán, en Parque Patricios. Aquella caravana llegó al feudo de la banda de los Monos. Un inconveniente hizo que el colectivo se estacionara en la banquina. Se le habían pinchado las cubiertas. Algunos dicen que le tiraron clavos “miguelitos”. Fue el momento de la emboscada con interminables ráfagas de disparos de metralleta y otras armas, cortas y largas. El objetivo era matar al Panadero Ochoa que estaba en ese ómnibus. Resultó ileso. Tres personas resultaron heridas. Walter Cáceres ,14 años, con tres impactos de bala en el cráneo y un cuarto en el pecho. Agonizó 36 horas en el Hospital de Emergencias. Otros dos hinchas padecieron heridas leves y se salvaron. Se produjo la investigación con dudosas acciones de la policía. Hacía tiempo que la corrupción imperaba.

La cuestión recaló finalmente en juicio oral. La fiscal Ana Rabin luchó inocentemente contra viento y marea. A pesar de su arduo trabajo, con numerosos documentos colectados y decenas de testigos, no logró probar con certeza la autoría material ni intelectual del crimen. Los cuatro imputados, ejecutores según la gente de la popular barriada de la trágica emboscada , Carlos Chino Fleitas, Carlos Luis Bola Marchetti y Claudio Ariel Pájaro Cantero como autores, y Mariano German Gordo Salomón, como encubridor, fueron absueltos por el beneficio de la duda al no hallarse pruebas concretas que los vinculen al hecho. Así lo determinó el tribunal oral integrado por los doctores José Luis Mascali, Julio Cesar García y Edgardo Fertita.

caso walter caceres

Tras seis largas jornadas de audiencias la gran incógnita quedó. Fue inmediata la libertad de los detenidos. Los aplausos de los familiares se hicieron oír estruendosamente en ese momento. Al mismo tiempo, las lágrimas dolorosas de la madre de Walter Cáceres asomaron silenciosas tras los anteojos negros que cubrían sus ojos en la sala de audiencias del primer piso del Palacio de Tribunales.

Meses después, la Cámara de Apelaciones en lo Penal, integrada por los doctores Alfredo Ivaldi Artacho, Otto Crippa Garcia y Carina Luratti, ratificaron la absolución de los cuatro mencionados. La muerte de Walter Cáceres quedó impune. L a incógnita y el irremediable dolor de la familia continúa. Una historia más, emergente del para avalanchas de los estadios de futbol y del accionar irresponsable de los barra brava. Quien mató a Walter Cáceres?. Todos tenemos derecho a saber. Se oficializó la impunidad que hasta hoy parece definitiva porque ya es cosa juzgada.

La hipocresía es el homenaje que le hace el vicio a la virtud. No le parece?