El periodista de investigación ruso Ivan Golunov, acusado por la policía de intento de tráfico de drogas «en gran cantidad», debió ser hospitalizado este sábado por razones no precisadas, mientras sus seguidores denuncian un caso inventado para castigarlo por su trabajo.

Golunov, reportero del medio en línea independiente Meduza, que tiene su sede en Letonia, está acusado de intentar vender una «gran cantidad» de cocaína y mefedrona, escribió su abogado Pavel Chikov en el servicio de mensajería Telegram.

Poco después, la policía señaló que el reportero de 36 años afirmó «sentirse mal» y debió ser hospitalizado, según un comunicado. «Se tomó la decisión de enviar al detenido a un establecimiento médico para evaluación».

Su abogado había escrito antes en Telegram que los médicos sospechaban que su defendido tenía costillas rotas, contusiones y traumatismo de cráneo. El viernes, Golunov informó al representante del consejo presidencial de derechos de Rusia que había sido golpeado mientras se encontraba detenido y que los policías le habían propinado dos puñetazos en la cabeza y puesto de pie sobre su pecho.

Golunov fue arrestado el jueves en plena calle de Moscú. Según la policía, en el momento de su detención llevaba en su mochila cinco sobres de mefedrona, una droga sintética. Pavel Chikov, abogado de derechos humanos, exhibió un documento policial que muestra la acusación contra el periodista. En caso de ser hallado culpable, podría ser condenado a una dura pena de prisión.

Golunov ha investigado casos de corrupción en las más altas esferas y para sus seguidores y colegas la acusación es un invento para castigar su trabajo periodístico. En la puerta de los tribunales, donde estaba previsto que Golunov fuese presentado ante un juez, la directora general de Meduza, Galina Timchenko, indicó que el periodista había recibido amenazas.

«Ivan recibió amenazas. Hace dos meses se volvieron casi diarias», dijo, agregando que no había logrado convencerlo de contactar a la policía. «Decían te enterraremos para siempre», precisó. «Tenemos razones para creer que Golunov está siendo perseguido por sus actividades periodísticas» señaló el viernes en un comunicado la dirección de Meduza.

«La reputación profesional de Ivan Golunov es intachable. Es un periodista meticuloso, honesto e imparcial» añadió Meduza. La ONG Amnistía Internacional denunció unas acusaciones «dudosas y que siguen un esquema desgraciadamente ya conocido».

Rusia figura en el 149º lugar en la clasificación de libertad de prensa de RSF en 2019, detrás de México, Zimbabue o Argelia. Numerosos periodistas han sido agredidos o asesinados en los últimos años