Escuchamos declaraciones y, además, vemos a diario testimonios sobre distintos hechos vinculados a la inseguridad que se registran en casi todos los puntos geográficos de la ciudad de Rosario y más allá también.

En esos sucesos hubo que lamentar muertes, heridos por balas o armas blancas, además de agresiones físicas y otras formas de ataque a distintas personas, en las calles o hasta dentro de sus domicilios.

A esto se suman, además, las balaceras entre supuestos integrantes de bandas ligados al negocio de la venta y distribución de drogas.

En la gran mayoría de los casos, si no en todos, cuando un ladrón es aprehendido por vecinos que salen en defensa de la persona robada y agredida, familiares o amigos del delincuente anuncian revanchas y todo tipo de amenazas contra quienes se animaron a salir a defender al robado.

Pero hoy, en la zona de Nuevo Alberdi, se registró un hecho que sale de lo común por sus ingredientes.

Un periodista de Canal 3 de TV estaba realizando una nota por denuncias de inseguridad en esa zona de la ciudad.

Mientras hacía la introducción al tema, en vivo y en medio de un grupo de habitantes del barrio, pasaron dos jóvenes en bicicleta al grito de “Vamos a seguir choreando”, ante la sorpresa del periodista y de los vecinos.

Acá no termina la cosa, ya que según refiere el movilero del canal, a los 30 segundos acierta a pasar un auto de la Policía y, según lo dice al aire, los vecinos le hicieron señas y gritaron para que detenga la marcha, pero los policías siguieron sin atender el reclamo.

Sin embargo, lo más llamativo del caso, es que se hizo presente la hermana de quien había amenazado con “seguir choreando”, para pedir disculpas por lo que había hecho su hermano.

“Ya no sé qué hacer con él –manifestó-, además de expresar que su hermano era ‘la pudrición del barrio’ y que hagan con él lo que puedan”.

Dijo también sentirse avergonzado por lo que es y hace su hermano y que por favor no lo nombren como “el hijo de”, por respeto a su madre que había fallecido hacía poco tiempo.

Un nuevo hecho, en el marco de la generalizada inseguridad, esta vez con ribetes poco habituales.