JUEVES, 31 DE OCT

Federer recibió el cariño del público argentino y Maradona le envió un saludo

El tenista suizo hizo delirar hoy a las 15 mil personas que estallaron el Arena Parque Roca durante dos horas, en el que no solo desplegó su magia tenística, sino que interactuó y devolvió el cariño que le entregó el público. Además, recibió el saludo del Diez que le dijo: "fuiste, sos y serás, el más grande".

El suizo Roger Federer hizo delirar hoy a las 15 mil personas que estallaron el Arena Parque Roca durante dos horas, en el que no solo desplegó su magia tenística, sino que interactuó y devolvió el cariño que le entregó el público, que disfrutó también el triunfo del joven alemán Alexander Zverev en dos sets.

Fue un doble 7-6 para «Sasha», que ganó la segunda escala de la gira por Latinoamérica en el estadio «Mary Terán De Weiss», que ovacionó una y otra vez al actual 3 del ranking mundial, considerado uno de los mejores de todos los tiempos.

«Olé, olé, ole, Roger, Roger», coreó el público una vez finalizada la acción principal de una jornada inolvidable, que cerró la segunda visita de Federer a la Argentina, siete años después de aquella doble exhibición en Tigre.

Federer, con 20 títulos de Grand Slam en su haber, mostró la vigencia de sus golpes, su buen humor hasta bailando en algunos tramos del partido al ritmo de la música ambiente, pese a la derrota contra Zverev, de 22 años, ambos recientes semifinalistas del Masters de Londres.

«Me gustaría decirles muchas gracias por venir aquí, pasó mucho tiempo, traté de hacer lo mejor. Estuve en muchos lugares, pero pocos como Argentina», aseguró Federer tras la premiación.

«Esto me toca, me llega, me da fuerzas para seguir, espero volver, aunque no sé si como tenista profesional», agregó el tenista de 38 años al tomar el micrófono una vez concluida la exhibición.

Después, recibió un mensaje especial de Diego Armando Maradona, que se proyectó en las pantallas gigantes del estadio, que lo emocionó visiblemente.

«No hay otro que se pueda asomar, fuiste, sos y será el más grande. Cualquier problema que tengas en el país, quiero que me llames y me digas lo que necesitas», le dijo el «Diez».

«Lo vi un par de veces, es una leyenda grande en este país, me inspira a poder seguir de esta manera», respondió escuetamente Federer, mientras firmaba y se sacaba fotos con algunos fanáticos.

El día para el suizo fue vertiginoso, porque regresó de Chile a primera hora, descansó en el hotel de Puerto Madero, donde recibió la visita de Juan Martín Del Potro, y poco después de las 14:45, salió rumbo al Arena Parque Roca.

Federer saludó e hizo una rápida recorrida por las vallas de seguridad donde unas 200 personas permanecían desafiando el intenso calor que afecta a Buenos Aires con tal de poder ver de cerca al suizo.

Pasadas las 15:15 pisó por primera vez la Arena Parque Roca, donde un grupo selecto de 50 chicos lo esperaban para compartir una clínica de tenis, a la que también se sumaron el tandilense Del Potro y Daniel Orsanic, antes de la exhibición frente al alemán Alexander Zverev.

El predio, a pesar del calor que agobió este miércoles a la Ciudad de Buenos Aires, se fue poblando desde temprano, con recorridas por las calles internas donde los fanáticos tenían la posibilidad de llevarse su recuerdo de la visita de «Su Majestad».

Luego de esa primera actividad, y a partir de la apertura de las puertas de ingreso al estadio «Mary Terán De Weiss», vinieron los dos partidos previos (uno femenino y otro masculino) entre promesas del tenis albiceleste como Guillermina Naya, Solana Sierra, y los hermanos Francisco y Juan Manuel Cerúndolo.

Mientras tanto, Federer permanecía en el vestuario, donde recibió la especial visita de Juan Román Riquelme y, otra vez, Del Potro, fanático hincha de Boca.

Cerca de las 18 llegó el momento más esperado: el suizo saltó a la cancha con el alemán Alexander Zverev, provocando la primera explosión de las más de 15 mil personas que lo vitorearon al salir al court del Arena Parque Roca.

«Estoy muy emocionado, fue una increíble bienvenida, la hicieron mejor todavía. Estoy muy feliz de haber vuelto a Buenos Aires», dijo el suizo de 38 años a través de los altoparlantes, luego de saltar al microestadio y hacer el gesto del Topo Gigio, con sus manos en las orejas.

También fue ovacionado Del Potro, quien apareció para realizar el sorteo en el centro del court y lanzar la moneda, cedida por el umpire Damián Steiner -despedido de la ATP hace unos meses-, luego de haberse tenido que bajar de la exhibición al no haberse recuperado a tiempo de la lesión en la rótula derecha que lo tiene a maltraer desde hace un año. .

Personalidades de todo tipo decoraron las tribunas, desde los exfutbolistas Gabriel Batistuta y Hernán Crespo, hasta el «Puma» Agustín Creevy, dentro de los deportistas.

Como toda exhibición, también tuvo su momento lúdico, donde interactuó varias veces con el público: frenó un grito por «Rafa» Nadal, se hizo el modelo cuando le pidieron una foto haciendo diferentes poses y hasta peloteó con dos chicos que bajaron desde la tribuna.

El partido fue una excusa, pero como había anticipado y pese a las bromas lo jugó «en serio», con varios tiros que motivaron el suspiro y la devoción de los hinchas.

Zverev se tomó revancha de la primera escala de la gira en Chile, donde había ganado Federer, y ahora seguirán su periplo por Bogotá -el 22-, Ciudad de México -el 23- y Quito -el 24-, en todos los casos frente al alemán.

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