El dólar minorista fue ofrecido a un promedio de $95,713 para la punta compradora y a $101,953 para la vendedora, según datos publicados por el Banco Central. Sin embargo, si se toman en cuenta los recargos e impuestos correspondientes, el precio aumentó a $168,21.

En tanto, el mayorista cerró este martes a $96,57 por unidad, al sumar tres centavos frente al lunes. Tras los últimos movimientos, la brecha cambiaria registró una leve caída, pero que fue suficiente para poder volver por debajo de la barrera del 90 por ciento. Es que este martes, la diferencia entre el blue y el mayorista se achicó a 89,4 por ciento.

 

Es que el ilegal registró una nueva caída y operó a $183 para la venta, por lo que la brecha cambiaria volvió a ubicarse por debajo del 90%, en una jornada en la que el Banco Central debió vender divisas por primera vez en tres meses. El tipo de cambio informal perdió $1 con relación al día anterior y, de ese modo, acumuló una merma de $2 en dos jornadas.

Pese a los retrocesos, el blue en lo que va del mes experimentó un avance de unos $15 en las «cuevas».

>Te puede interesar: Las exportaciones de carne vacuna argentina cayeron 41% en junio

Para el especialista en economía Alejandro Bonalumi, “el dólar blue tiene una incidencia pero más psicológica que efectiva”. “Es un mercado que opera hoy, sin el turista argentino o el extranjero, con un mercado de 4 o 5 millones de dólares; para la economía de un país es nada, es irrelevante”, aclaró el periodista en diálogo con Conclusión.

“Una suba abrupta puede generar un efecto psicológico. Todos creen que ha llegado a un techo, es una teoría. Pero debería estabilizarse”, consideró.

Además, agregó: “Cuando el blue comienza a ser noticia lo que genera es una expectativa inflacionaria y todos comienzan a cubrirse. Ese es el efecto que hay que empezar a evitar y creo que el Gobierno tiene el poder de fuego para hacerlo. Estos últimos días hemos visto un escenario distinto a la semana pasada”.

Bonalumi encuentra una explicación a ese “efecto psicológico” en una cuestión de memoria colectiva: “Argentina tiene un exceso de pasado. Cada vez que existe un movimiento brusco del dólar nos asustamos por la historia porque de las últimas diez crisis, siete comenzaron con un salto del dólar. Eso es lo que genera la incertidumbre”.

>Te puede interesar: Para el FMI, la inflación es un problema mundial que refleja la «inusual evolución» relacionada con la pandemia

El especialista llevó tranquilidad en cuanto a una nueva crisis cambiaria: “Creo que no están dadas las condiciones para sufrir una crisis como en otras oportunidades. Sí hay una presión cambiaria y suba de precios pero no veo posible una crisis como las históricas y dolorosas que tuvimos”.

Más vacunas, más producción

A medida que mejora la situación epidemiológica y aumento el número de personas vacunadas, la economía comienza a mostrar un leve repunte. En este sentido, Bonalumi destacó que “mientras más se vacune más se va a normalizar la cuestión industrial y productiva. Si la vacuna avanza tenemos las oportunidades de hacer las cosas bien siempre y cuando las decisiones se tomen”.

“La producción automotriz y la construcción están creciendo, así como el turismo que genera mucho empleo a lo largo del país. Y que lleguen turistas del extranjero nos trae dólares”, remarcó.

Por otra parte, pronosticó el escenario post elecciones con un dólar un tanto más alto. En los últimos meses el dólar creció menos que la inflación, y eso a la larga atrasa. Y cuando pasa eso si no lo normalizás vos, el mercado lo hace violentamente. Y Argentina no podría darse ese gusto.

“Después de las elecciones va a haber que normalizar algunas variables, el dólar va a tener una presión alcista, no digo un gran salto o una megadevaluación. El Gobierno lo viene adecuando lentamente”.

>Te puede interesar: El plan económico y el rol de Santa Fe para salir de la crisis

Además, manifestó: “Creo que hay que aprovechar que la política en campaña acepta cosas que en otros momentos no, como el bono a jubilados, beneficios a monotributistas, por ejemplo. Dicen a todo que sí para ser elegidos nuevamente”.

“Si el dólar no se adecua Argentina pierde la competitividad. Lo ideal sería que el oficial crezca al compás de la inflación, que el blue baje y que el financiero se estabilice”, finalizó Bonalumi.