Fiel a su estilo irreverente y perspicaz, Reina Ibañez dialogó con Conclusión para profundizar sobre el daño que originan los prejuicios.

Desde los 14 años, apenas ingresada a la adolescencia, Reina ya tenía la certeza de que estaba morando en un cuerpo que no le pertenecía. Batallando estoicamente contra una sociedad patriarcal y conservadora, fue ganando su espacio a fuerza de estoicismo y valentía.

Ex militante del MIJD, espacio que dirigen Raúl Castells y Nina Peloso a nivel nacional, dice haber encontrado otro espacio político que le supo brindar contención, si bien  resguarda su nombre. La lucha contra la marginalidad, el acoso policial, la prostitución y los sueños, un combo de vivencias que se animó a compartir en Conclusión.

“Como la gran mayoría de las chicas, mi única salida laboral consiste en ejercer el trabajo sexual. Esto claramente responde a una lógica impuesta por el Estado y el actual sistema, para poder sobrevivir debemos prostituirnos”, disparó Reina.

La noche, los peligros, y una presencia que debería garantizar tranquilidad si bien suele generar todo lo contrario, “el último inconveniente que tuve con la policía ocurrió en mi parada, Santa Fe y Río de Janeiro, cuando se me acerca un comando para proponerme transar con ellos, lo que claramente no accedí porque jamás lo he hecho y lo haría. La noche tiene estas cosas, y aquellos que debería cuidarnos son los que nos acorralan”.

Sobre el cupo laboral Reina Ibañez fue tajante, “sigo pensando que aquellas compañeras que han conseguido trabajar por dentro del Estado tienen alguna vinculación con el socialismo o sencillamente militan en el mismo. Quiero destacar que también soy muy crítica de aquellas compañeras que trabajan en la calle, ya que no existe unidad de acción, y eso en un colectivo tan minoritario y bastardeado como el nuestro cuesta muy caro”.

Su paso por la política y la proyección a  futuro, “es muy difícil batallar contra los prejuicios, incluso dentro de los espacio políticos. En lo particular fui discriminada tiempo atrás cuando integraba el espacio del MIJD, allí se persiguió una alianza electoral con el partido de los hermanos Rodríguez Saá que al enterarse de la posibilidad de mi precandidatura a diputada nacional, se negaron con la lamentable excusa de que un travesti no puede encabezar ninguna lista. Así de explícita nos llega en muchas oportunidades la discriminación”.

En los próximos días Reina Ibañez a través de un espacio que no quiso revelar, estará presentando un proyecto de suma valía para el colectivo, “la idea es conseguir baños químicos que puedan ubicarse en las plazas cercanas de donde ejercemos nuestro trabajo. Las llaves serían propiedad de la municipalidad y de las chicas que trabajen en esos lugares, cabe destacar que también lo que vamos a proponer es que los mismos sean limpiados por las compañeras que se encuentran dentro del cupo laboral trans”, concluyó.