Por Alejandro Maidana

La realidad exaspera tanto como asfixia, una parte importante de la sociedad envalentonada por el rumbo de las políticas nacionales, no titubeó jamás en dejar aflorar su espíritu reaccionario.

Los casos de gatillo fácil abundan, la represión a la protesta social se sirve a la carta, y los presos, tanto políticos como sociales, contemplan de manera impertérrita como el afuera apoyado en la palabra de los medios hegemónicos, los siguen condenando.

Ante este escenario, un grupo de artistas rosarinos decidió romper las cadenas del debate preestablecido, para dar la batalla desde otro lugar, desde la picaresca, la sátira, en definitiva, del humor ácido.

Mumo Oviedo fue el partero de esta idea que hoy sigue reproduciéndose de manera viral por You Tube, y amenaza con llegar a otros destinos. “El rock de los fachos surgió debido a que soy una persona que le gusta mucho este género musical, gracias a ello pude viajar a varios Cosquín Rock, en donde me cruzaba con gente que seguía al Indio o iba a disfrutar de Farolitos en el Festival de Pocho (Lepratti). Pero claro, mi inquietud surgía porque esta gente estaba a favor del gatillo fácil y no entendía el verdadero sentido de seguir a esa banda”.

La irrupción de “La Beriso” sin duda alguna vino a aportar uno de los últimos granitos de arena para darle forma a esta provocadora creación. “Sin dudas que las desafortunadas declaraciones del Rolo, sumaron muchísimo para poder retomar aquella idea que tenía. Y así fue como nació “El rock de los fachos”, casi por necesidad”, sostuvo Mumo.

Pero darle vida a este monstruo “fascista” en soledad, no era lo indicado, por eso mismo Oviedo invitó al standapero Martín Mazzucchelli a participar de su maléfica creación. “Arrancamos esto con la idea de hacer un solo clip, pero la cosa fue creciendo tanto que hoy no sabemos hasta donde podemos llegar. Recuerdo que al principio nosotros mismos nos poníamos ciertos límites a la hora del armado de los videos, pero por suerte la Ministra de Seguridad Patricia Bullrich es alguien que carece de filtros a la hora de exponer su lenguaje represivo, así que nos animamos a más”, comentó.

Separación de la Iglesia del Estado, gatillo fácil, salvemos las dos vidas, son solo algunas de las historias para coleccionar que este estridente grupete rosarino sigue regalando de una manera muy particular.

Lala Brillos encarna a “la conchu”, una mujer paqueta de Barrio Martin que deja aflorar su espíritu reaccionario ante los temas que interpelan su moral conservadora. “Los fachos me sumaron de última, tuve que hacer valer el cupo femenino <risas>. Comencé con alguna mínima participación hasta sumarme de manera definitiva a este trío tan especial”, sostuvo.

Son tan explícitos en sus puestas en escena, que en más de una oportunidad han sido interpelados por personas que provienen de sectores revolucionarios, y ovacionados por conservadores que no han podido interpretar la ironía de sus relatos. “Debido a esto decidí utilizar pelucas estrafalarias y no escatimar esfuerzos a la hora de disfrazarme. No tengo ninguna intención que se me compare con lo que no soy, a veces la ficción pretende acortarle los pasos a la realidad generando cierta incomodidad”, relató.

“El rock de los fachos” no deja de sonar, un lúgubre canto oscurantista, un faro que ilumina el discurso represivo, un arma de fuego que busca descargarse siempre en el lomo de los más vulnerables. El sarcasmo utilizado como ariete para contrarrestar la escasa sensibilidad social, la burla para hacer más digerible la implacable realidad que nos aplasta.